El fútbol, ¿un detonante de ira?

El fútbol, más que un deporte, es una pasión que se adueña de los corazones de quienes ven en sus equipos favoritos un ídolo. Diferentes emociones toman el control; sin embargo, hay una que puede ser perjudicial cuando no se sabe llevar, puesto que provoca en los aficionados furia y violencia

 

El fútbol, más que un deporte, es una pasión que se adueña de los corazones de quienes ven en sus equipos favoritos un ídolo. Las emociones durante un encuentro deportivo se ponen a flor de piel; la ansiedad y la expectativa son los protagonistas. En los segundos previos a un partido tanto los hinchas como los jugadores respiran nervios y, a medida que el tiempo pasa, la duda, la efusividad y el estrés conquistan el escenario.

Diferentes emociones toman el control; sin embargo, hay una que puede ser perjudicial cuando no se sabe llevar, puesto que provoca en los aficionados furia y violencia. La ira es una de las alteraciones que más se evidencian en el fútbol, especialmente en la hinchada. Esta se experimenta con intensidad y desencadena frustración, enfado y agresividad, de acuerdo con Psicoadapta (s. f.), un centro de psicología de Madrid, España.

Diana Galvis, psicóloga clínica del Centro de Servicios de Psicología de la Universidad de La Sabana, explica que “la dificultad para controlar una emoción como la ira es una característica que se observa de manera frecuente en nuestra población y puede estar relacionada con aspectos sociales de la pobreza, la violencia a la que hemos sido expuestos desde la infancia y la exposición a medios de comunicación. Esto, además, puede repercutir en la vida de una persona e impactar en la cohesión familiar, las interacciones sociales, la estabilidad laboral e, incluso, implicar al individuo en procesos legales”.

No obstante, el fútbol también despierta alegría, unión, amistad, sueños en común y disciplina. Por ejemplo, en el año 2017, los hinchas del Borussia Dortmund invitaron a sus pares del Mónaco a que pasaran la noche en sus hogares, después del atentado en la UEFA Champions League al bus del equipo alemán. Aunque en ocasiones el fútbol produce emociones que opacan la esencia del deporte, de acuerdo con Galvis, es posible manejarlas por medio de ejercicios de autocontrol.

La psicóloga clínica recomienda seguir “procesos que están inmersos en la identificación (cómo experimento a nivel fisiológico esa emoción), nominación (cuál es la emoción experimentada) y expresión (cómo tiendo a reaccionar ante esta emoción). A partir de lo anterior, se realiza una valoración, con el fin de determinar si la reacción es adaptativa” y, por ende, cómo puede controlarse cada persona. Como hincha de un equipo debes tener en cuenta cómo pueden repercutir tus acciones en el funcionamiento de la vida diaria —en los aspectos familiar, afectivo, laboral, económico y legal—, con el fin de priorizar, mantener un equilibrio y disfrutar del deporte que mueve tu corazón.

 

Referencia Psicoadapta. (s. f.). La violencia en el fútbol. Recuperado de goo.gl/42KU3w