Las altas temperaturas aumentan el riesgo de sufrir de obesidad

El Grupo de investigación Centro de Investigación Biomédica Universidad de La Sabana (CIBUS) estudia la incidencia que tienen los factores ambientales en la predisposición al sobrepeso y a la obesidad; enfermedad que desde 1.975, se ha triplicado. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) se estima que, para 2016, 1.900 adultos y 340 millones de niños y adolescentes la padecen y ha alcanzado proporciones epidémicas a nivel mundial.

La obesidad es considerada una enfermedad crónica no transmisible, la cual se puede presentar por el estilo de vida de las personas, sus circunstancias y adaptación al entorno. Se produce por la combinación de factores genéticos, fisiológicos, ambientales y conductuales. También se asocia con alteraciones metabólicas, entendidas como el manejo del gasto calórico, el aporte de calorías al cuerpo y el manejo de azúcares, grasas y proteínas.

El trabajo de la obesidad es el de mayor impacto del CIBUS, pero continúan investigando en cáncer y en enfermedades cardiovasculares, ya que sus orígenes tienen que ver con la expresión de los genes, más que con los genes mismos. “El 95% de las enfermedades son epigenéticas y solamente un 5% puede ser genético”, asegura Fernando Lizcano, profesor e investigador líder del grupo. También agrega que “no se trata solamente de codificar genes, sino de conocer cuál es su función”.

Desde esta perspectiva, el grupo ha logrado descubrimientos importantes. Uno de ellos es la terapia de enfermedades metabólicas, por lo que Diana Vargas PhD en Biociencias de la Universidad, trabajó en su tesis doctoral en la caracterización de la molécula EID1, con la asesoría del doctor Lizcano. El procedimiento se basó en el aislamiento de las moléculas madre para aplicar EID1, logrando reducir la acumulación de grasa y aumentado las proteínas involucradas en el gasto calórico para el tratamiento de enfermedades como obesidad y diabetes.

Otras investigaciones realizadas, como la exposición de células adiposas ante el frío, reducen el gasto calórico y solucionan alteraciones metabólicas. También, con el fin de generar nuevas vías de conocimiento y para combatir esta y otras enfermedades, se han identificado algunas moléculas frecuents en el ciclo celular, afirma Vargas. Estas investigaciones son estudios originales que se encuentran publicados en reconocidas revistas internacionales como Frontiers in Genetic, Stem Cells International, Journal of Moleculal Endocrionology, Journal Biological Chemistry, entre otras.

Algunos hallazgos derivados de estos estudios y asociados a factores ambientales, son los siguientes:

1. La temperatura ambiental puede mejorar las condiciones de las personas que tienen predisposición a la obesidad.

2. La reducción de la temperatura puede mejorar la condición de una persona con obesidad; cuando es expuesta a temperaturas entre los 18 y 22 grados, quema más calorías.

3. En el trópico bajo de Colombia, específicamente en ciudades con temperaturas mayores a los 27 grados, en ciudades como Neiva, Barrancabermeja, San Andrés o Vichada, se presentan tasas más altas de obesidad, ya que las personas no tienen que producir calor.

4. En nuestro país, la obesidad se presenta mayormente en las mujeres después de la menopausia, debido a la ausencia de los estrógenos, al ambiente en el que viven y a su orientación cultural.

5. La exposición a plásticos y productos químicos  presentes en algunos empaques de alimentos inducen a presentar obesidad.

Es necesario tener en cuenta que todos los casos son diferentes y, factores como los expuestos, influyen en la aparición de la obesidad. Sin embargo, es necesario acudir a un especialista en endocrinología para detrminar las causas y tratamiento. Según sea el caso, el paciente se remitirá a otros profesionales de la salud, para hacer un diagnóstico interdisciplnar desde nutrición, psicología y deportología, agrega Lizcano.