Apesar de que la pandemia redujo el consumo mundial de carnes, no puede desestimarse el hecho de que los colombianos incluyen cada vez más la carne de cerdo dentro de su dieta. Según cifras de la Asociación PorkColombia, el consumo de este alimento por persona pasó de 4.5 kg en el 2010 a 11.3 kg a finales del 2019. Además, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), entidad internacional que trabaja con gobiernos y responsables de políticas públicas para favorecer el bienestar de las personas, señala que el consumo de alimentos derivados de la carne de cerdo se ha incrementado en América Latina durante los últimos años.

La investigación Impacto sobre el consumo de carne magra de cerdo sobre el riesgo cardiovascular, realizada por la Facultad de Medicina con 47 personas, entre los 30 y los 45 años, determinó que ese consumo no tiene ningún efecto negativo sobre los niveles de colesterol o triglicéridos y, por el contrario, sí beneficia algunos micronutrientes.

“Como cualquier alimento, debe ser consumido de acuerdo con las necesidades del organismo. Se aconseja comer carnes dos o tres veces a la semana, pues son una fuente de proteínas. Sin embargo, no es recomendable su consumo diario, porque las proteínas también pueden ser adquiridas desde las leguminosas, como fríjoles,arvejas, lentejas o garbanzos”, señaló el doctor Fernando Lizcano, profesor de la Facultad de Medicina y uno de los autores de esta investigación.

En el estudio se invirtieron ocho semanas y, en ese tiempo, se detectó un aumento en el nivel de riboflavina (vitamina B12), la cual ayuda a liberar la energía de los alimentos, el hierro y el zinc. Además, se observó un impacto favorable en los niveles de la adiponectina, que al aumentar mejora la sensibilidad de la insulina y reduce el nivel de los lípidos circulantes y el riesgo cardiovascular.

“El consumo de carne de cerdo no engorda y tiene menos cantidad de grasa que la carne de ganado (vacas). Últimamente, las razas se han tecnificado de forma tal que el contenido de grasa sea mucho menor, pero eso depende de dónde se tomen los cortes de carne. Además, tiene proteínas de digestión buena, una alternativa muy favorable para las personas con desnutrición”, afirmó el doctor.

Ante algunos mitos, como que la carne de cerdo podría producir parásitos o inducir algunas alergias, el doctor Lizcano comentó que no son ciertos, “En relación con los parásitos, actualmente los animales que se consumen están confinados y la alimentación es mediante concentrados alimentarios con un óptimo control sanitario. Por otro lado, en el caso de las alergias, estas son muy raras y usualmente se observan en personas que tienen predisposición o han desarrollado síntomas con otros alergenos”, concluyó Lizcano.

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