La Facultad de Medicina participó en el foro “La responsabilidad de los actores del sistema de salud: autonomía médica, calidad y autorregulación”, realizado por la revista Semana el 5 de junio en el Metropolitan Club de Bogotá, representada por su decano, Álvaro Romero Tapia, quien habló sobre los aspectos de la autonomía relacionados con la formación médica universitaria. En Colombia se busca consolidar la autonomía médica desde 1993. La Ley Estatutaria de Salud se sancionó en el 2015. Esta norma garantiza que los profesionales puedan adoptar decisiones sobre el diagnóstico y tratamiento de sus pacientes, y prohíbe la presión o restricción del ejercicio profesional que atente contra la autonomía de los profesionales de la salud, así como cualquier abuso en su ejercicio que vulnere la seguridad del paciente.

No obstante, la ley asegura que esta autonomía será ejercida en el marco de esquemas de autorregulación, la ética, la racionalidad y la evidencia científica. Lo anterior genera discusión, dado que “no podemos pensar en la calidad asistencial sin la autonomía médica y sin tener presente su dimensión individual, que es lo que hace a un buen médico”, afirmó Juan Pablo Uribe, ministro de Salud y Protección Social. Desde el punto de vista de la academia, el doctor Romero Tapia dijo que la formación médica integral basada en el humanismo y el profesionalismo es fundamental para el desarrollo de la autonomía y la capacidad de autorregulación, reconociendo al profesional médico como parte fundamental del sistema de salud y vinculando la necesidad de articular a la academia con los demás actores del sistema como una parte integral.

En el evento participaron el ministro Juan Pablo Uribe; Gustavo Morales, presidente de la Asociación Colombiana de Empresas de Medicina Integral; Diana Cárdenas, viceministra de Protección Social; y otros destacados miembros del medio de la salud, como el presidente de Sociedades Científicas, la presidenta de Afidro y el director de Abbvie. Con estas actividades, la Facultad de Medicina se hace visible y partícipe en la realidad nacional para realizar aportes, mediante la proyección social, inherente a la de los profesores y la comunidad académica.