Abecé de la discapacidad en niños

Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (dane), la prevalencia de la discapacidad en el país es de 6,3%. En el Registro para la Localización y Caracterización de Personas con Discapacidad (rlcpd), se cuentan, entre el 2002 y diciembre del 2016, 1.342.222 personas, de las cuales el 12% (161.543) son menores de edad. 

Ante esta realidad, especialistas de la Clínica Universidad de La Sabana y de la Facultad de Enfermería y Rehabilitación profundizan en la discapacidad en los niños: las afecciones que pueden generar discapacidad son la parálisis cerebral, enfermedades congénitas, distrofias musculares, miopatías, polineuropatías, enfermedades neurodegenerativas y síndromes convulsivos.

Las principales causas pueden ser prenatales —como prematuridad, hipoxia, preeclampsia e infecciones intrauterinas—, perinatales (durante el parto) —como hipoxia, ictericia y alteraciones metabólicas— y posnatales —como sepsis por infecciones del sistema nervioso central, trauma craneoencefálico, enfermedades metabólicas y ataques cerebrovasculares, por malformaciones arteriovenosas, coagulopatías, etc.—. Por esto, a los padres se les recomienda atender con prioridad lo siguiente:

• Control perinatal

• Pertinente cuidado del recién nacido: alimentación, vacunación, no exposición a posibles infecciones y prevención de caídas.

• Control del crecimiento y del desarrollo.

• Estimulación multisensorial.

 Algunas de las señales que ayudan a determinar si el menor presenta alguna de las enfermedades mencionadas son un neurodesarrollo no acorde con su edad y retraso motor (no sostiene la cabeza, no se sienta, etc.). En cuanto al lenguaje, no emite palabras, no comprende, se comunica solo con señales o gritos. En el aspecto sensorial, no fija la mirada, no se asusta con los ruidos, no sigue los objetos. En el cognitivo, hay dificultad para comprender, seguir instrucciones y adquirir conceptos básicos: colores, números, etc.

Es importante asistir a los controles periódicos de pediatría, de acuerdo con la edad del niño, para identificar tempranamente alguno de estos signos. Con los hallazgos, se determinará si debe ser remitido a neuropediatría y fisiatría. Según el tratamiento definido, se contará con el apoyo de un grupo interdisciplinario de profesionales, como fisioterapeutas, fonoaudiólogos, terapeutas ocupacionales, psicopedagogos y psicólogos. La dedicación y la constancia en las sesiones de tratamiento, así como el seguimiento de las indicaciones de los profesionales del equipo de rehabilitación en los planes caseros y el amor de los padres, son las mejores maneras de ayudar a los hijos.