La importancia del autocuidado en los cuidadores

Un cuidador es toda persona que asume la tarea de cuidar a otra que está limitada para las actividades diarias. Por lo regular, el cuidador suele ser un familiar cercano que brinda apoyo para que el paciente lleve una calidad de vida adecuada, pero, a su vez, ese cuidador continúa desarrollando labores propias del hogar. Todas estas explicaciones son expuestas por la profesora Blanca Venegas, de la Facultad de Enfermería y Rehabilitación.

Los cuidadores pueden cumplir varios roles que quizás afecten su desempeño y generen conductas desfavorables, como enojo, ansiedad, depresión o, incluso, sentimientos de resentimiento en contra de quienes están cuidando, con repercusiones en la salud física y emocional.

De acuerdo con la doctora Alejandra Alvarado, profesora de la Facultad de Enfermería y Rehabilitación, es prioritario enseñarle al cuidador la necesidad de cuidar de sí mismo. Esto implica tomar tiempo para el descanso, disfrutar de los gustos propios y solicitar ayuda cuando lo requiera. El apoyo y el soporte de los otros miembros de la familia son fundamentales para que el cuidador se sienta tranquilo y no se enferme.

Según Alvarado y Venegas, algunas de las características que se requieren para ejercer el rol de cuidador se resumen en la empatía, el servicio, la paciencia, el saber comunicarse con acierto, la adopción de una actitud de escucha y el positivismo. También es fundamental mantenerse informado y alerta para adelantarse a las situaciones de riesgo y prevenirlas.

En esa relación paciente-cuidador, se genera un vínculo, una conexión tan fuerte, que los cuidadores aprenden a conocer a su paciente y, así, son capaces de diferenciar cuando la persona requiere de una atención especializada. Como diríamos, desarrolla un “sexto sentido”.

Es prioritario enseñarle al cuidador la necesidad de cuidar de sí mismo. Esto implica tomar tiempo para el descanso, disfrutar de los gustos propios y solicitar ayuda cuando lo requiera.

De acuerdo con las profesoras, en este momento de confinamiento es importante evaluar otras estrategias para la asistencia a los controles. Deben tomarse todas las precauciones para prevenir contagios, tanto del cuidador y del paciente.

Es necesario asumir un compromiso desde la incertidumbre de algo completamente desconocido, pero con la fe puesta en que todo será diferente con el pasar de los días. Es importante entender su contribución de cuidador, como el camino para que el paciente logre los mejores resultados. Por último, ayuda bastante reconocer que esta nueva experiencia le permite crecer en el cuidado y fortalecerse a sí mismo en esa humana disposición.