“Con hacer sonreír a un paciente, ya llego feliz a casa”

El 8 de enero de este año, Rebecca López Lamas y Julieth Cifuentes Herrera, estudiantes del último año de Enfermería en la Universidad Católica de Valencia (España), llegaron a la Universidad de La Sabana para realizar sus prácticas en nuestra Clínica. Rebecca estuvo en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y Julieth en el servicio de Urgencias. De acuerdo con ellas, sus experiencias fueron enriquecedoras.

Para Rebecca fue un reto estar en la UCI, puesto que no tenía un contacto permanente de conversación con los pacientes, debido a su condición, y sentía que era un espacio en el que la vida de ellos podía perderse en cualquier momento; por eso, la presión era alta.

En Urgencias, el trabajo de Julieth siempre era “movido” y eso a ella le encantaba. Recibió el apoyo de su jefe y, desde el primer momento, desarrolló procedimientos en pacientes. “El trabajo en el servicio de Urgencias reafirmó mi vocación de enfermera. Con hacer sonreír a un paciente, ya llego feliz a casa”, expresa Julieth.

Las estudiantes observaron diferencias entre la metodología de enseñanza en su universidad en España y en La Sabana: aquí hay mucha más práctica, puesto que en España se dan las clases lectivas y hay algunos talleres antes de ir con el paciente; en La Sabana se cuenta con el Hospital Simulado y puede ensayarse antes de tratar a uno.

Antes de que iniciaran las prácticas, ellas recibieron clases por dos semanas con dos profesoras, quienes les enseñaron el modelo de la enfermera Callista Roy, en el que se basa la Facultad. “En España, nuestro programa no está basado en ningún modelo. Entender este nuevo punto de vista fue importante y pude aplicarlo en el servicio”, dice Julieth. Además, las estudiantes tomaron la clase de Educación en Enfermería, en la que se exponen conocimientos a los pacientes, familias, estudiantes y auxiliares.

En cuanto al ámbito práctico de la Enfermería, ellas también notaron diferencias entre las dos instituciones: en España, los roles de médico, jefe o auxiliar están muy marcados. En Colombia, según su punto de vista, los enfermeros son “minimédicos”, dado que tienen altas competencias académicas. En España, por ejemplo, el trabajo del enfermero jefe es lo que aquí realiza la auxiliar de Enfermería. Por esto, las estudiantes indicaron que los enfermeros colombianos tendrían una amplia oportunidad laboral en su país.

El idioma fue un desafío para ellas: “A pesar de que hablamos español, hay muchas palabras que no significan lo mismo. Al principio fue complicado entender qué necesitaba el paciente”, precisa Rebecca. Algunas de las palabras que se les hicieron más difíciles fueron cobija, buretrol, yelco y pañitos húmedos. Para Julieth, el reto fue adaptarse a la medición o contabilidad de los insumos y al tiempo de espera de autorización de la EPS para realizar un procedimiento, dado que estas prácticas no se dan en España. 

Por último, las estudiantes destacaron la calidez, alegría y hospitalidad de los colombianos. Ante su experiencia, Rebecca les aconseja a los estudiantes buscar opciones complementarias de aprendizaje en otros países, puesto que esto aporta de modo positivo a la formación.