Retos virales en internet, una responsabilidad compartida

Los retos virales se han expandido por los colegios de todo el mundo, pero ¿qué podemos hacer para reducir el riesgo que representan para los niños? Campus te brinda toda la información al respecto.

15 segundos pueden cambiarlo todo. Eso es lo que generalmente duran los videos en los que se graban los retos virales que están poniendo en peligro la vida de los niños y adolescentes, en los colegios de todo el mundo. Sin embargo, los responsables de esto no son solo ellos, somos todos: los padres, las instituciones educativas y la sociedad en general.

De acuerdo con lo que dice Ana Dolores Vargas, profesora del Centro de Tecnologías para la Academia (CTA), en la sociedad hace falta implementar una cultura ciudadana digital, enmarcada en que las personas sean críticas de los contenidos de las redes sociales, pero que, también, entiendan que al igual que en la presencialidad, sus acciones y decisiones tienen riesgos en el entorno digital. Esta tarea de concientización es compleja y reta a profesores y padres de familia.

¿Quienes son los responsables?

Los padres son los principales responsables en las decisiones que toman los hijos menores de edad, pues la familia es la fuente primaria para advertir sobre los riesgos y las consecuencias que traen para el niño o el adolescente las decisiones que toman. Según Aida Casadiego, profesora del Instituto de La Familia, “Es prioritario que todos los padres estemos enterados de las aplicaciones que tienen nuestros hijos”, por ejemplo.

Por otro lado, María Fernanda Hernández, directora de la Licenciatura en Educación Infantil de la Facultad de Educación, señala que en las instituciones educativas debe existir un protocolo de seguridad, que sea la base para prevenir el daño en la integridad física de los estudiantes. “Los profesores son los agentes educativos por excelencia, razón por la cual deben ser coherentes con el uso que le dan a la tecnología y estar alertas frente a cualquier caso de violencia, bullying o ciberbullying que atente contra la salud de un estudiante”, agregó

Además, Hernández señala que la tecnología se convierte en un factor de riesgo en el aula, cuando no se usa de manera correcta, con los tiempos y contenidos propios para cada edad. “El profesor debe reconocer la herramienta tecnológica y usarla según el grupo etario y la intencionalidad pedagógica”, afirmó. ¿La solución es prohibir? La prohibición en el uso de redes sociales y dispositivos móviles ha sido un tema debatido a nivel nacional. Varias instituciones privadas y públicas ya contemplan en sus políticas que los estudiantes no puedan utilizar ningún dispositivo durante la jornada escolar. Frente a esto, los expertos coinciden en que restringir el uso no es la solución, ya que, tal como lo afirma la profesora Vargas, “La prohibición puede llevar a tener riesgos mayores”. Adicionalmente, Hernández comenta que prohibir la tecnología resulta poco adaptativo, ya que cada vez es más cercana a los niños y jóvenes. “Lo que debemos hacer, desde la escuela y los hogares, es enseñarles a utilizarla responsablemente, respetando tiempos y con contenidos adecuados”, expresó.

Así mismo, “La sanción no siempre es formativa, pero la regulación sí puede lograr un alcance mayor; la mejor solución es la prevención y formación en simultáneo, que le permita al estudiante tener una mirada positiva de los medios de comunicación digital y no una alternativa para afectar o hacer daño a los demás, a costa de obtener seguidores o un ‘Me gusta’”, expone Vargas. En la misma línea, Aida Casadiego agrega que la prohibición no se puede realizar después de haber dado un dispositivo. " El padre debe asumir la responsabilidad de saber que probablemente su hijo no sepa darle un buen uso, pues su criterio no está del todo formado”.

Por lo anterior, “No es recomendable el uso de dispositivos celulares antes de los 14 años, ya que la corteza prefrontal, que es la que interviene en la formación de criterio, en la toma de decisiones y la que prevé el peligro, no se encuentra en completa maduración”, añade Casadiego.

“A esa edad, los niños y jóvenes pueden exponerse a estas situaciones sin medir las consecuencias, pues se puede llegar a ver el peligro como un juego”. Casadiego también expone que las conductas violentas o irresponsables no surgen de la noche a la mañana, por el contrario, estas se forman a lo largo de la vida de los niños. Por eso, el conocimiento de los hijos es tarea de todos los días. “El afecto y la autoridad son los ingredientes claves para la formación integral de niños y adolescentes, hay que poner límites que sean claros y que se adapten a todas las situaciones”, concluye.

Recomendaciones para formar carácter, criterio y capacidad de decisión en los hijos

Conocer a los amigos y compañeros de los hijos.

Estar en constante comunicación con la institución educativa.

Estar atentos a las redes sociales de los hijos, si es que las tienen.

Hacer un buen uso de los dispositivos, con controles parentales y horarios de uso, para que se trabaje en autocontrol y templanza.

Promover la toma de decisiones de manera autónoma, esto se puede hacer con situaciones hipotéticas en las cenas o comidas familiares, en las cuales se les pregunte a los hijos qué harían en determinada situación.

Dar ejemplos claros que puedan dejar ver los peligros y riesgos que tienen las decisiones que toman, con ejemplos de la vida real.