Postdoctorado, la vocación del investigador

La experiencia del profesor y doctor Jorge Oviedo.

La Real Academia Española (RAE) define “investigar” como “indagar para descubrir algo” o “realizar actividades intelectuales y experimentales de modo sistemático, con el propósito de aumentar los conocimientos sobre una determinada materia”. Con base en esta definición, un postdoctorado es, usualmente, la continuación de una investigación que se desarrolló durante un doctorado.

En Colombia, de acuerdo con un estudio realizado en 2017 por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en el país se gradúan seis doctores al año. La Universidad de La Sabana cuenta con 159 doctores. El doctor Jorge Oviedo, de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas, ahora será un nuevo colombiano con el título de postdoctor, gracias a una beca de la Fundación Carolina de la cual resultó beneficiario, e iniciará su investigación centrada en La protección del acreedor en el derecho privado colombiano, en la Universidad de Murcia, España, bajo la dirección de la profesora Linda Navarro Matamoros.

El proyecto del doctor Oviedo tiene por objeto el estudio de los mecanismos de protección del acreedor ante el incumplimiento del deudor, conforme a su regulación en los códigos civil y comercial colombianos, y su análisis en comparación con el sistema de remedios consagrados en los instrumentos internacionales que conforman el moderno derecho de los contratos, comenta el mismo profesor.

Su actividad académica inició hace muchos años, desde el momento en que hizo la Especialización en Derecho Comercial de la Pontificia Universidad Javeriana. “Allí tuve un magnífico mentor, el profesor Darío Laguado Monsalve, quien me mostró el camino de la docencia y la investigación, y me impulsó a seguir por él”, explica el doctor Oviedo a Campus.

Con el paso del tiempo, el doctor Oviedo fue ampliando sus conocimientos por medio de la maestría y el doctorado que cursó en la Universidad de Los Andes en Santiago de Chile, bajo la dirección del profesor Hernán Corral Talciani, unido a su experiencia práctica como árbitro en tribunales de arbitramento nacionales e internacionales, y actualmente como conjuez de la Corte Suprema de Justicia.

Además, con una vocación de investigación que lo ha impulsado en cada paso, se vinculó a la Universidad de La Sabana y fundó, junto con el rector Obdulio Velásquez Posada (quien en su momento era profesor), un grupo de investigación con el cual ha adelantado proyectos y publicaciones, y con el que también es invitado frecuente como profesor en programas de posgrado en el extranjero. El doctor Oviedo resalta que, durante todo el proceso, nada de lo que ha hecho en estos años hubiera sido posible sin el amor, apoyo, estímulo y confianza de su esposa, Magda Camargo.

El doctor Oviedo se define como una persona constante y perseverante, dos claves que, según él, son fundamentales al plantearse un proyecto de investigación. Respecto a lo que representa este logro, lo ve como una oportunidad: “Mis metas personales y profesionales aportan para seguir profundizando en mis objetivos, además de afianzar el trabajo con redes internacionales. Todo ello redunda en aportes en docencia e investigación a Ser investigador, manifiesta el doctor Oviedo, representa acceder a redes internacionales, conocer universidades, centros de investigación, participar en proyectos junto a colegas con altos niveles de experticia, lo que permite profundizar en temas de interés, crear redes de conocimiento y, fundamentalmente, aportar desde la academia a la sociedad, mediante la propuesta de soluciones a problemas reales.