Política monetaria y burbujas de precios de activos

Columna de opinión por: José Eduardo Gómez, profesor del Departamento de Economía.

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Cerca de una década después de la ruptura de la burbuja de vivienda en Estados Unidos, que originó la crisis financiera subprime, el alto y sostenido aumento de los precios de la vivienda en este país ha llevado a que un número creciente de analistas esté hablando de una nueva burbuja de vivienda.

De acuerdo con el premio Nobel Robert Shiller, el aumento experimentado por el Case-Shiller National Home Price Index (53?% entre febrero del 2012 y diciembre del 2018) se constituye en el tercero más grande experimentado por ese país desde 1913. Los dos primeros desembocaron en sendas crisis financieras (depresión de los años 30 y crisis subprime).

Es interesante que, mientras los precios de los demás bienes y servicios crecen a ritmo lento, manteniendo la inflación básica en niveles bajos, los precios de la vivienda estén creciendo nuevamente a ritmos acelerados, lo cual hace temer por desbalances financieros originados en los mercados de finca raíz. Y es que, como lo señaló Hyman Minsky en la década de los años 70 en sus desarrollos sobre la hipótesis de la inestabilidad financiera, hay dos sistemas de precios en la economía que pueden moverse en distintas direcciones en ciertos momentos del tiempo. Por una parte, se encuentran los precios de los bienes y servicios y, por otra, los precios de los activos.

Lamentablemente, la mayoría de los bancos centrales se enfoca en los precios de bienes y servicios, dejando de lado el comportamiento de los precios de los activos en el diseño y la ejecución de la política monetaria. Esta práctica parece desconocer que la política monetaria influye de forma significativa sobre el comportamiento de los precios de los activos y que dicho comportamiento impacta de manera considerable en la economía real. Por ejemplo, en un artículo publicado el año pasado (Amador-Torres, Gómez-González y Sanín-Restrepo, 2018) se muestra que las tasas de interés de política sostenidamente bajas son las principales determinantes de la duración de las burbujas de vivienda observadas durante los últimos 40 años en países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos.

Los resultados de ese trabajo complementan los de otros pertenecientes a la literatura sobre el canal de toma de riesgos de la política monetaria (Altunbas, Gambacorta y Marqués-Ibáñez, 2012; López, Tenjo y Zárate, 2011), que muestran que, cuando los bancos centrales llevan a cabo políticas monetarias demasiado “blandas” durante periodos prolongados, promueven la toma de riesgos por parte de los bancos y empresas del sector privado que andan en búsqueda de retornos cuando los activos seguros rentan poco. Este comportamiento favorece la formación de desbalances financieros y burbujas de precios de activos.

La duración de las burbujas financieras depende de la postura de la política monetaria. Y dicha duración es proxy (variable que representa) de otras dimensiones importantes, como la magnitud de estas y de los desbalances macroeconómicos que pueden generar. Las crisis financieras, costosas para toda la sociedad, pero en especial para la población más vulnerable que se ve afectada por el desempleo y la falta de crédito que producen, están estrechamente ligadas a las burbujas financieras, sobre todo a las de vivienda. Por esa y otras razones, es importante que los bancos centrales consideren los precios de los activos en el diseño e implementación de la política monetaria.

Referencias

  • Altunbas, Y., Gambacorta, L. y Marqués-Ibáñez, D. (2012). Do bank characteristics influence the effect of monetary policy on bank risk? Economics Letters, 117 (1), 220-222.
  • Amador-Torres, J. S., GómezGonzález, J. E. y Sanín-Restrepo, S. (2018). Determinants of housing bubbles’ duration in OECD countries. International Finance, 21 (2), 140-157.
  • López, M., Tenjo, F. y Zárate, H. (2011). The risk-taking channel and monetary transmission mechanism in Colombia. Ensayos sobre Política Económica, 29 (64), 211-234.