Herencia: todo lo que hay que tener en cuenta

A la hora de heredar los bienes de un familiar cuando fallece, se pueden presentar diferentes escenarios que deben ser considerados para adelantar un proceso adecuado.

 Si hay testamento 

Antes que nada, si hay un testamento, la herencia debe darse a quien indique ese testamento, porque esa es la voluntad de la persona fallecida y debe ser respetada por sobre todos los casos. “El Código Civil dice que primero debe cumplirse el testamento, es decir, se da privilegio a lo que quiso hacer la persona fallecida”, dice José Manuel Guanipa, profesor de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas. Aunque el testamento solo será válido si se respeta la legítima. “La legítima es un derecho de los descendientes y los ascendientes de recibir una parte”, explica el profesor Guanipa.

El Código Civil dice que primero debe cumplirse el testamento, es decir, se le da privilegio a lo que quiso hacer la persona fallecida.

 Herederos sin testamento

En caso de que el fallecido no haya dejado un testamento, los herederos pueden acordar la distribución de los bienes y adelantar el proceso de partición ante un notario. “Si se ponen de acuerdo, van a la notaría y hacen un documento de partición. En este declaran que son herederos de esa persona, consignan junto con el escrito las actas que demuestran el parentesco y llevan a cabo la distribución”, agrega José Manuel Guanipa, quien precisa que en este trámite deben pagarse los impuestos que indica la ley a la DIAN.

En caso de que haya desacuerdo entre los herederos para repartirse los bienes, estos deberán presentarse ante un tribunal para que se defina esa repartición de la herencia. Debe considerarse que, cuando hay hijos, solo ellos heredan, mientras que al cónyuge o compañero permanente le corresponde la porción conyugal, que es una porción cuota de los bienes del causante. En caso de que no haya hijos que reclamen la herencia, entonces se busca al familiar más cercano para que la obtenga.

 Herencia de las deudas 

Al elaborar una sucesión, se hereda todo el patrimonio: los activos y los pasivos, tanto los bienes como las deudas. Por esto, cuando una persona acepta su herencia, también está asumiendo todas las deudas de la persona fallecida.

En caso de que alguien no quiera asumir el compromiso de pagar las deudas, también puede rechazar la herencia. Eso sí: no recibe ni las deudas ni los bienes. Otra opción, si se quiere evitar que las deudas afecten el patrimonio de la persona, puede ser aceptar la herencia a beneficio de inventario. Esto quiere decir que se acepta la herencia, pero que las deudas del fallecido se pagan con los bienes que él dejó, no con los del heredero, y hasta donde alcancen los bienes de la herencia.

Heredar es un proceso complicado. Por esto, deben entenderse las condiciones y los procesos para recibir la herencia con los menores riesgos posibles. Además, siempre es recomendable buscar la asesoría de un abogado de confianza.