¿Cómo organizar un ambiente de alegría?

El camino está esbozado; hay que seguirlo con innovación, creatividad y alegría porque vivimos en un mundo dinámico, en el que proliferan los cambios favorables y no tan favorables. Para el futuro no hay certezas, pero sí podemos aprender a vivir con asertividad el presente y, por lo tanto, a afrontar cada uno de los retos que lleguen. En las familias, es posible que prevalezca la capacidad de decisión y de razonar con inteligencia, voluntad y libertad frente a cada reto, con valentía y fortaleza. ¿Cómo? Marcela Trujillo, profesora del Instituto de La Familia, ofrece estas recomendaciones:

 

Reafirmar tu “ley del taxi”. Tener clara la dirección hacia donde te diriges, de tal modo que pongas todos los esfuerzos en la dirección correcta. ¡Haz todo aquello para lo que vales!

Escuchar música y ojalá de tu generación, ver una buena película, leer poesía o un libro. ¿Qué tal los clásicos? … Y ¡Ni que decir si los compartes con otras personas! Esto también ordena racionalmente los impulsos de los sentimientos y ayuda a descubrir los motivos más profundos y las convicciones que inspiran tus actos.

Que los modelos de identidad sean favorables, atrayentes, fuertes, con coherencia interior, que te influyan positivamente. Personas o personajes que te den pistas sobre cómo han podido aprender.

Hallar la forma de reinventarte, renovarte, trabajar en cada una de tus dimensiones: física, psíquica, racional y relacional, desarrollando tu interioridad.

Valorar las consecuencias del modo “MExWE”. Amar es darte. Sin embargo, nadie da lo que no tiene; así que… ¡A seguir trabajando el “ME” sano! El amor propio te dará la seguridad para cada reto que implique a otros.

Postergar la gratificación. El placer por el placer es efímero, es mejor estar dispuesto al gozo que viene después de la lucha. La libertad te permite soñar y convertir los sueños en proyectos; y esos sueños serán parte de lo que eres.

Tener tolerancia a la frustración, especialmente cuando las circunstancias son distintas a como las esperas o como los demás las esperas.

Activar tu capacidad de asombro, contemplar y admirar tu entorno y tu ambiente cercano: vínculos entre familia, amigos, fotos, paisajes, plantas que florecen, estrellas en el cielo, etc.

Saludar, sonreír, agradecer y servir te genera alegría, porque eleva tus niveles de hormonas como la endorfina, que acompañada de oxitocina genera confianza; la dopamina, motivación y placer; y la serotonina, tranquilidad y serenidad. ¡Aprovéchalas!

Cuidar la dieta tóxica del “solomillo: solo mi yo”. Tú como persona eres apertura a los demás y al mundo. Amar es gozar, alegrarse de que el otro exista, de que su diferencia te enriquece, y no tu indiferencia: ¿phubbing? Busca en tu celular el significado y ya lo confirmarás.