¿Cómo amar más en la distancia?

Vivimos una contingencia que genera cambios significativos en el manejo de las relaciones familiares, con los amigos y en nuestra relación de noviazgo. Ángela Paola Delgado, profesora del Instituto de La Familia, explica que “En este momento, es necesario reinventar los vínculos y, para lograrlo, la creatividad, la flexibilidad y la comprensión son aspectos fundamentales ante este desafío; debe ser una oportunidad para aprender y aumentar nuestra capacidad de amar”. Pero, a pesar de las circunstancias, ¿cómo preservar el noviazgo en la distancia?

La profesora Delgado ofrece algunas claves muy útiles:

Respecto a la distancia obligada, es importante seguir las recomendaciones de los expertos. Esto denota amor propio y responsabilidad frente al cuidado del otro.

Comprender que esta circunstancia se da por algo externo y que no es producto del desinterés de alguna de las partes. Esto disminuye la ansiedad.

Motivarse mutuamente para afrontar la situación de una forma realista, pero optimista, y apoyarse en las necesidades particulares y en el autocuidado.

El tiempo que no se comparte de forma presencial sirve para analizar la relación y evaluar de una forma más consciente los aspectos favorables, los que deben mejorarse, y buscar estrategias para fortalecer el vínculo.

Mantener la comunicación es fundamental. Es importante buscar momentos en el día para contarse cómo están y dialogar sobre temas de interés mutuo.

Las situaciones de conflicto o discusiones se presentarán, pero lo más importante es buscar el momento para dialogar, con una llamada telefónica o una videollamada, utilizando una comunicación asertiva. Se

recomienda evitar los mensajes interminables, con un vocabulario impulsivo que pueda lastimar al otro, porque esto no lleva a una solución constructiva.

Ser confiable y confiar,  como antídoto frente a los miedos e inseguridades. Es necesario incorporar virtudes en la relación, como la sinceridad y la responsabilidad.

Generar otros momentos para compartir fortalece la amistad, que es la base de cualquier relación humana. Algunos momentos en la semana para ejercitarse juntos, leer un libro, ver una película o una serie, preparar una receta, compartir una cena o dialogar con las familias; todo esto refuerza la relación.

Prepararse para esos momentos de encuentro: disponer de un tiempo exclusivo para compartir con la persona, cuidar el arreglo personal.

El sentido del humor puede ser un buen aliado frente a los momentos de tensión.

La reciprocidad es primordial para fortalecer la relación. Por esto, es fundamental despojarse del egoísmo y optar por la empatía, para construir una vida conjunta, con el objetivo común de buscar el bien del otro.