MISIÓN SABANA: Ser para servir

Hoy, para algunos, la calculadora de los días ha perdido exactitud, pero otros siguen con su calendario en mano esperando el día de volver a la “anhelada libertad”. No ha sido fácil, Bogotá y los municipios de Cundinamarca suman más de 39 días de un confinamiento que ha transformado la vida de muchos colombianos y que en el mundo ha hecho que la palabra de moda sea “reinventarse”.

Ponerse en los zapatos del otro ha sido el mensaje clave por estos tiempos, así como el hecho de no olvidar que servir es parte de lo que nos hace humanos o, como menciona Inés Salcedo, voluntaria de Misión Sabana, “En el voluntariado he encontrado mi propósito de vida, me siento útil cuando le sirvo a la sociedad”.

Y es que ella y muchos otros voluntarios se han puesto la camiseta por los más necesitados y, en esta edición de Misión Sabana, representan a miles de estudiantes, profesores y empleados de la comunidad universitaria, que están dispuestos a poner su granito de arena para mejorar las condiciones de vida de los más vulnerables.

Son muchas las personas que necesitan una mano amiga, son familias que hoy piden solidaridad y que en medio de una crisis inimaginable buscan refugio en los brazos de la sociedad. Ese es el caso de Jorge Rodríguez, un vecino del municipio de Chía, “La cuarentena ha sido dura, no podemos salir a buscar cómo sobrevivir. Uno a veces se desanima, pero sabemos que hay que obedecerle al Gobierno porque lo primero es la salud, por eso gracias por ayudarnos”.

Las épocas que se viven son difíciles, aún quedan días de incertidumbre y de cambios, pero son momentos donde la unión hace la fuerza. “Yo siento que he cumplido un logro personal siendo voluntario, trabajando con los abuelos en sus necesidades. Estoy haciendo una buena obra con ellos”, son las palabras de Jorge Villa, un voluntario que nos cuenta porqué después de 10 años de esfuerzo se sigue enamorando de estas iniciativas.

Trabajar juntos será siempre la clave para salir adelante, sobreponerse a las necesidades del otro hará que la sociedad sea cada día más humana. Estos tiempos son la clave del fortalecimiento, de continuar recibiendo mensajes de agradecimiento, como este de una beneficiaria de Misión Sabana: “Resalto la solidaridad, ante todo, siempre hay ayudas de la Universidad, siempre están al servicio ante cualquier cosa”. Ella, como muchos otros son cada día el combustible para seguir adelante.

Misión Sabana busca poder ayudar a todas esas personas que lo necesitan, demostrar que “solidarios somos más fuertes” y que juntos saldremos adelante. Por esa razón, la empatía es la bandera que la Universidad iza con orgullo y es lo que hace que toda la comunidad se una para brindarles un mercado a aquellas familias que hoy sienten desesperanza. Trabajar por el otro y para el otro es el motor que cambia vidas, hoy el servir es vivir.