Los procesos de pensamiento se traducen en acciones

Exitoso curso sobre lenguaje inclusivo

¿Es común escuchar expresiones como “minusválido”, “paralítico” o “discapacitado” en los medios de información y comunicación?, ¿se habla a menudo de “personas normales”, “enfermos mentales” o “personas con movilidad reducida”?, ¿la figura de la persona con discapacidad a veces es percibida desde una cultura de la lástima, y no desde la admiración?, ¿se escuchan —en radio, televisión, internet o medios escritos— expresiones como “la persona sufre de autismo”, “el sujeto es invidente”, “es una persona con necesidades especiales”, “es que es esquizofrénico”, “es autista”, o “es sordomudo”? Nada de esto debería suceder, pues ninguna de estas expresiones es apropiada.

Formularnos estas preguntas es un hecho que justifica la relevancia de cursos como “El lenguaje inclusivo como fortaleza de las comunicaciones en la inclusión de las personas con discapacidad", desarrollado a finales de 2021 en alianza con la Dirección Centro de Rehabilitación Inclusiva del Ministerio de Defensa Nacional de nuestro país.

El curso estuvo enfocado en la resignificación, la transformación, la movilización, y la multiplicación de conocimientos y actitudes, a fin de crear conciencia desde el conocimiento y el reconocimiento, con metodologías como el aprendizaje basado en el pensamiento, aprendizaje por simulación, aprendizaje por observación, estudio de casos, aprendizaje basado en juegos y gamificación.

Los módulos y el aprendizaje se materializaron a partir de una dinámica basada en el microrreto: “¿Cómo hacer una entrevista apropiándose de parámetros de lenguaje inclusivo, accesibilidad universal, y un uso adecuado de la imagen en casos de discapacidad?”.

Todo el curso incluyó la participación de profesores con discapacidad, porque, como dice el lema de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad: “Nada sobre nosotros, sin nosotros”. Con el programa, se facilitó también la apropiación del lenguaje inclusivo para favorecer los procesos en los que se incluye y prioriza a un grupo poblacional con el cual tenemos una deuda histórica. Este merece una atención de calidad, digna, respetuosa y accesible en los distintos ámbitos.

Para concretar ese propósito, se parte del lenguaje que crea, modifica y moviliza los procesos de pensamiento que luego se traducen en acciones. Por ende, si se quiere que las acciones mejoren, se requiere cambiar las representaciones mentales y sociales; por ello, hay que posibilitar una transformación del lenguaje y de la forma en que se comunica cualquier tipo de mensaje.

Entender la discapacidad desde un modelo de capacidades y promover un lenguaje de verdad inclusivo es un asunto prioritario de cara a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, a los consensos internacionales frente a lo que es (y debe ser) la atención a la diversidad, a las políticas nacionales, departamentales y locales en asuntos de inclusión.

De allí la relevancia de este curso, destinado a los miembros de las Fuerzas Armadas y de la seguridad nacional, en el cual se abordaron el lenguaje inclusivo, la normatividad, el diseño universal y la accesibilidad por vía del entorno, la discapacidad y la comunicación con un enfoque inclusivo, además de la generación de soluciones a partir de microrretos. Todo ello permitió una formación caracterizada por una visión humanizadora y con una relevancia práctica que transforma la perspectiva ante el trato social.