Un trabajo transectorial que nos ponga en “perspectiva de familia”

Por: Ana Margarita Romero, directora del Instituto de La Familia.

En Colombia las políticas familiares han estado orientadas a grupos poblacionales específicos, más que de apoyo general o de atención de forma integrada a la dinámica de las familias, se tiene el desafió en estas políticas concientizarse que la familia es protagonista del desarrollo en el país y también aporta en la construcción de los Objetivos de Desarrollo Sostenible ODS-2030 como bien desde el centro de investigaciones de Unicef, IFFD y Naciones Unidas lo plantean.

Algunos autores como Morales-Castro afirman que la institución familiar contribuye a la sociedad con valores democráticos como:

  • la cohesión social,
  • corresponsabilidad en aspectos de carácter colectivo,
  • educación de la participación ciudadana, y
  • la construcción de paz social. 

Según Naciones Unidas, los países ricos no han tenido buenas políticas familiares. Esto se fundamenta en la necesidad que aún tienen dichos países, por proporcionar mejores licencias a los padres, aumentar la calidad de los centros de cuidado para niños, asegurarse que las madres puedan seguir alimentando a sus hijos incluso después de regresar a la vida laboral, entre otros.

En el caso particular de Colombia, un asunto determinante es el aumento de la violencia intrafamiliar, con el agravante que esta problemática persiste aún en muchos grupos sociales, que en ocasiones es tratado como un asunto privado y que sus actores lo legitiman mediante comportamientos cotidianos destructivos. 2 Allí el papel educativo de la familia, tiene vital importancia en materia de prevención, que sin duda contribuirá con ahorros significativos en materia de asistencia cuando ya el problema se siga creciendo.

Además, el confinamiento ha traído el riesgo de que víctimas y victimarios convivan en un mismo lugar, muchos maestros de colegios han manifestado su preocupación en este sentido, porque   han asumido un rol de apoyo y cuidado a los niños.3 Sin embargo, el problema es más grave, porque detrás de la denuncia, se evidencia una debilidad en los hogares con relación a un adecuado cumplimiento de sus funciones familiares entre ellas, el cuidado de sus miembros, y de ser ámbito que propicia lazos afectivos y de seguridad, la educación en valores y que les permita saber afrontar sus dificultades o conflictos. Con esto, además, diversos estudios señalan que los niños y jóvenes tienen una mayor propensión a caer en drogadicción, alcoholismo o pandillismo, por falta de cohesión familiar y de un adecuado proceso educativo al interior del hogar. Como también, hay investigaciones que evidencian que los niños tienen más posibilidades de éxito escolar y de mejor autoestima si cuentan con una familia que logre una dinámica armónica.

 


 

(Franco, M., & Sánchez, G., 2008)
(Páez Martínez, R. 2017)
Gutierrez de Pineda, V. (1998)

La política Pública para las Familias Colombianas (2012-2022) establece a la familia como sujeto colectivo de derechos-deberes, en el que ambos están integrados y relacionados. Y constituye vínculos y relaciones que se crean al interior, entre sus integrantes y en el exterior, con los demás agentes con los que interactúa. En esa misma línea, tiene derecho a la protección y las personas, derecho a conformar una familia. 

Otro asunto a considerar es que, según la filosofía clásica, varios autores se basan en la premisa que “la familia es anterior al Estado” 4, y por lo tanto, se ha introducido la promoción de la familia como un aspecto clave para el trabajo “intersectorial” y, de forma transversal, para lograr esa articulación esperada entre todos los agentes  sociales y que contribuya en el desarrollo sostenible de los pueblos. Ejemplo de esto son las cuestiones sociales, la educación, la lucha contra la pobreza, la protección del ambiente, la ciudadanía, los derechos humanos etc. Sin embargo, también apremia que se incluya un trabajo “transectorial” que implique la movilización de distintas misiones interinstitucionales con destino a la solución de problemas evitando seguir asilando unos de otros.

Es así como una perspectiva de familia cobra importancia, en la búsqueda de un trabajo cooperativo, alineado y transversal tanto en políticas familiares a nivel público como privado.

Entonces, son insuficientes programas y políticas aislados para niños, primera infancia, adolescentes, la inserción de jóvenes en el mercado laboral, asuntos de igualdad de oportunidades para las mujeres;  para el adulto mayor, las personas con discapacidad o para los más vulnerables en el hogar, para la integración familia-trabajo etc. si no se evidencia en la política a cada uno de esos grupos como miembros de una familia, para que así, cualquier acción que se implemente tenga un mayor impacto articulador en favor del funcionamiento familiar y por ende de bienestar y beneficio social.

Algunos autores otorgan con gran calidad aspectos clave a considerar en la Perspectiva de Familia:

  • Universal: con cobertura en los ámbitos administrativos, económicos, legislativos, fiscales, medios de comunicación entre otros.
  • Transversal: porque deberá involucrar a todos los estamentos de la empresa pública o del sector gobierno y no solo unos cuantos.
  • Integradora y intergeneracional: beneficia a la familia en cada una de las etapas de su ciclo de vida con sus propias dificultades.

Así por recomendación del Instituto de Política Familiar de España: “Una política de familia que apunte expresamente a lo concerniente al grupo familiar en cuanto medio afectivo, educativo, económico y social, supone que no se legisle sólo en términos de individuos, sino en términos y en función de personas que viven en una familia, supone que se legisle con “perspectiva de familia”.


 
4 (Izquierdo, 2010)
REFERENCIAS
Baquero, J., & Salgado, I. (2015). Políticas públicas con perspectiva de familia. Colloquia Revista de Pensamiento y Cultura, 2, 17.
Hertfelder, E., Martínez-Aedo, M., & Velarde, L. (2011). La Familia, Desafío para una Nueva Política. Madrid: Instituto de Política Familiar (IPF).
Sanchéz-García, N. (2012). Las políticas familiares en España. En J. Cabré-Rico, Hacia la protección de la familia (págs. 145-149). Pamplona: Thomson Reuters.
Sancho Cerdá, G. (2012). La orientación familiar como instrumento de protección a la familia. En J. RICO, Hacia la protección de la familia (págs. 115-125). Pamplona: Thompson.
Vega Gutiérrez, A. M. (2002). Políticas familiares en un mundo globalizado. Pamplona: Navarra Gráfica Ediciones.
Flaquer, L. (2000). Las políticas familiares en una perspectiva comparada. In Fundación “La Caixa.”doi.org/10.11156/7