Disminución de las brechas digitales, mecanismo para fortalecer la calidad educativa

Las brechas digitales se refieren a dos aspectos. El primero, relacionado con la infraestructura tecnológica y, el segundo, con el uso de la tecnología. De acuerdo con algunos datos del Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, solamente uno de cada dos colombianos cuenta con internet fijo o móvil. En cuanto al uso de la tecnología en la educación, este cobra relevancia por las circunstancias actuales en las cuales la usamos en el proceso formativo, y por las posibilidades para mejorar el proceso de enseñanza y aprendizaje, favoreciendo nuevas metodologías, recursos y formas de acercarse al conocimiento, con la investigación permanente en el aula y fuera de esta. Por lo tanto, la integración de la tecnología en la educación mejora el proceso formativo. De acuerdo con algunos datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Unesco (2015), una mejor preparación escolar con educación de calidad disminuye la pobreza. Entonces, no se trata solamente de mejores resultados educativos, sino que estos disminuyen las brechas sociales y culturales.

En cuanto a la desigualdad, algunas organizaciones, como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) (2010), consideran que los principales obstáculos para disminuir las brechas sociales y económicas son: “La distribución del ingreso, la distribución de la educación y el conocimiento, la muy desigual capacidad para aprovechar esa educación y conocimientos en el mercado laboral y la reproducción intergeneracional de la desigualdad”.

En cuanto a la disminución de las desigualdades en la capital del país, datos recientes de Bogotá Cómo Vamos apuntan a señalar la educación como el derecho que más reduce las desigualdades en la ciudad. Aportar a la calidad de la educación con el uso pedagógico de la tecnología contribuye a disminuir las brechas sociales y económicas en la ciudad, por la posibilidad de acceder a una mejor educación. Esto se traduce en mejores oportunidades de empleo y participación en todas las esferas sociales, económicas y culturales.

Aportar a la calidad de la educación con el uso pedagógico de la tecnología contribuye a disminuir las brechas sociales y económicas en la ciudad […].

Con esto, se promueve el desarrollo en todos los ámbitos de la persona, que favorece una vida plena con consecuencias enriquecedoras para la familia y la sociedad.

La pregunta ahora no es si se requiere la tecnología en la educación; esta debe centrase en cómo facilitar la formación permanente de los maestros y los estudiantes para usarla mejor. De esta manera, el propósito es fortalecer la práctica pedagógica, así como el desarrollo de las prácticas investigativas continuas y sistemáticas; además de las capacidades para la integración pedagógica de nuevos recursos, metodologías y formas de interacción.