La Universidad es el recinto para encender la chispa creativa y el arte es el medio para abrir un futuro con más humanidad.

Alberto Estrada, arquitecto y asesor del Campus Cultural, de la Asociación de Amigos.

Tomado de la Revista INALDE

 

El Campus Cultural ha abierto un nuevo espacio expositivo en el INALDE, con la muestra de Las puertas de la Memoria del Artista Carlos Salas, enriqueciendo el proceso formativo de la Escuela de Negocios, con otro componente humanístico.  

La presencia del arte en INALDE, atiende a primera vista al sentido estético y al placer de sentirse rodeado por un entorno amable; así, el humanismo, como valor institucional, vincula el arte y lo convierte en un componente cotidiano dentro de su campus y, de esta forma, crea un layer formativo que les permite a sus miembros descifrar otros aspectos del mundo en el que se mueven las relaciones empresariales.

Sin ir muy lejos, vale la pena recordar que a partir del último tercio del siglo XX, fundaciones de grandes empresas e instituciones financieras, seguramente impulsadas por el hecho de participar en la vanguardia social —para hablar solo de la punta del iceberg— han desempeñado un papel fundamental al patrocinar artistas plásticos, difundir su trabajo y adquirir sus obras; en pocas palabras, al convertirse en coleccionistas de arte y, de paso, en mecenas del patrimonio, a la vez que han contribuido a ampliar el espectro social que tradicionalmente tenía relación con el arte. El Grupo Bolívar, Bancolombia y Sura son, en Colombia, ejemplos de ello.

Y así como el políglota viaja por diferentes mundos, quien puede “leer” el arte es capaz de captar el entorno donde se desenvuelve. Cada artista, cada obra es un código, una propuesta, seria o irreverente, alternativa u ortodoxa, contemporánea o clásica.

Adicionalmente, abrirse a esta lingua franca involucra y activa el lado derecho del cerebro, que despierta la capacidad creativa, el asombro cotidiano, y se manifiesta en el núcleo de todo emprendimiento. Es un camino transversal ante los eventos rutinarios. De la disrupción a la solución.

¿La razón de cultura en el campus?

Desde 2009, se conformó el Campus Cultural de la Universidad de La Sabana, un proyecto intelectual y académico que involucra el arte como un componente cotidiano, teniendo en cuenta que la Universidad es el recinto para encender la chispa creativa y el arte es el medio para abrir un futuro con más humanidad.

Por eso, al considerar la apertura al arte como un estrato enriquecedor en la formación y la creación, la Universidad lo puso al alcance de todo el cuerpo académico, en sus considerables hectáreas, con sus construcciones, senderos, cruceros y puentes.

Es más, la obra arquitectónico-paisajística creada recientemente por el arquitecto Felipe Uribe se sumó a la humanización del campus, al involucrar en las instalaciones físicas de la academia espacios de vida y de acogida, de estudio y reposo, que tienen en cuenta el arte como uno de los valores fundamentales y como parte del planteamiento del CUMA: Campus Universitario como Museo Abierto.

La disrupción surge ahora —de todos es sabido que el museo en el mundo occidental ha marcado la conservación y transmisión de la cultura en espacios reverenciales—, frente al antiguo “prohibido tocar”.Hoy, en cambio, el museo se plantea como un entorno participativo, cotidiano, exterior, que sale en busca de la gente, en su vida universitaria, que enseña on line, on life.

El maestro Carlos Salas, quien realizó la exposición Las puertas de la memoria en el campus, al describir su experiencia aclaraba que no había realizado “una”, sino “muchas” exposiciones, pues cada visitante-transeúnte había combinado obras para componer su propia muestra —personal choice—, sumando recorridos, viendo las obras con diferente luz, caminando la Universidad.

Asimismo, no se trata solo de agrupar obras y presentarlas, sino de reunir personas alrededor de las obras y en esa interacción elevar su intelecto.

El arquitecto Felipe Uribe define el término “arte” como: un componente esencial de la cultura; es el producto realizado por el ser humano con una finalidad estética y también comunicativa, mediante la cual se expresan ideas y emociones.

Tiene una función social de intensificar nuestra visión del mundo. El arte nos defiende de la acongojada realidad y nos presenta lo inexistente como existente, prometiendo que lo imposible es posible. El arte es formativo y expresa una forma de hacer que “A la vez que hace, inventa el modo de hacer”. Es una actividad humana hecha con esmero y dedicación, que presenta un conjunto de reglas necesarias para desarrollar de forma óptima una actividad o destreza 

  

Exposiciones realizadas por el Campus Cultural en la Universidad

 Aníbal Gil. Del perdón a la paz.

 Carlos Salas. Las puertas de la memoria.

 Ricardo Villegas. Objetos del tiempo.

 Gustavo Vejarano. Ciudades invisibles.

 Moisés Morales. Frágil (real)idad.