Recomendaciones para cuidar al paciente crónico en casa

Hoy, dadas las circunstancias de salud pública generadas por la pandemia, el seguimiento médico a las personas con enfermedades crónicas se está llevando a cabo por la vía virtual, con el fin de disminuir los riesgos de contagio que pueden complicar la salud.

Sin embargo, esta situación genera preocupación o poca confianza, tanto en los pacientes como en las personas que los cuidan, sobre todo porque la percepción lleva a formular una pregunta: “¿Qué tan efectivo es evaluar a distancia el estado de salud de una persona?”.

Vale la pena priorizar la salud y el bienestar, si la condición de salud es estable y no existe una crisis que pueda implicar la vida de la persona. Así, el manejo en casa puede garantizarle mayor seguridad a un paciente, que el desplazamiento a la institución de salud. A continuación, se plantean algunas sugerencias útiles para el paciente y el cuidador, de acuerdo con la profesora de la Facultad de Enfermería y Rehabilitación, Blanca Venegas.

Busca acceso a la EPS o IPS de forma virtual y/o telefónica.

Durante la consulta virtual, pregunta y pide aclaraciones a los médicos o al personal de salud tratantes de tu familiar, sobre la información que te resulte confusa.

Formulapreguntas relacionadas con los principales temores que te surjan, debido a las complicaciones propias de la enfermedad que se padece.

Encuentra apoyo en las aplicaciones tecnológicas, por ejemplo, para alarmas de administración de medicamentos. My therapy es una aplicación gratuita para recordar en qué momento se suministran los medicamentos o se procede con algún tratamiento.

Ten en casa  elementos que te ayuden en la tarea de cuidado, por ejemplo, pastilleros para clasificar las medicinas por horario, nombre del medicamento y dosis. Son muy útiles las alarmas de llamado o los monitores de movimiento, para acudir de manera oportuna frente a una circunstancia de necesidad o peligro en casa.

La sociedad debe reconocer que “Un cuidador familiar debe ser un orgullo para sí mismo, para la familia y la sociedad. Asumir esta tarea requiere valor, paciencia, conocimiento y fortaleza espiritual” (Venegas Bustos, 2020).