Primero, desde el punto de vista individual, los seres humanos tenemos unas motivaciones, por ejemplo, cierto carácter altruista y la empatía. La psicóloga Laura Sarmiento, doctora en política social y profesora de la Facultad de Psicología, explica: “Cuando nosotros vemos que nuestros pares, nuestros congéneres, están necesitando ayuda o están en riesgo, nos impulsan la idea de ‘no quiero ver sufrir al otro’; entonces, se detona un comportamiento denominado en psicología el papel de un jefe y el de un líder ‘ prosocial ’. Particularmente, durante la situación de pandemia, hemos visto que la motivación altruista se ejercita, se fortalece y se estimula en este escenario”.

Las campañas y los discursos han volcado sus esfuerzos para generar lazos de ayuda y compresión; ello nos invita a ser más prosociales.

No obstante, desde el punto de vista colectivo, también somos motivados por diferentes factores. Sarmiento concluye que el comportamiento altruista se ejerce en relación con los grupos sociales más cercanos y, por lo general, tiende a ser más fuerte hacia estos o hacia las comunidades a las cuales pertenecemos. Además, muchos “roles modelo” han mostrado este comportamiento y así han modelado a las poblaciones en las que influyen. Las campañas y los discursos han volcado sus esfuerzos para generar lazos de ayuda y compresión; ello nos invita a ser más prosociales, promoviendo estos ideales y reforzándolos en diferentes mensajes y canales, lo que también explicaría por qué en las crisis somos más solidarios.