La sostenibilidad, el gran reto para las instituciones educativas

Los directivos de hoy tienen la responsabilidad de liderar en medio de la crisis.

La crisis mundial generada por el COVID-19 ha afectado diversos sectores de la sociedad y ha creado nuevos retos para el sector educativo. La migración de clases presenciales a remotas representa un desafío, en el que colegios y universidades han puesto todo su esfuerzo por mantener la calidad en los procesos y el aprendizaje de sus estudiantes. Las instituciones educativas se enfrentan a tres factores que están forzando un cambio en su gestión: la tecnología, el acceso y manejo de la información, y la globalización.

De acuerdo con Luis Obregón, profesor de la Maestría en Dirección y Gestión de Instituciones Educativas, un primer paso para enfrentar esta crisis es que las instituciones educativas “Entiendan, acepten y se adapten a las nuevas realidades que estamos teniendo como sociedad, así como a las implicaciones en nuestro estilo de vida”.

Por otro lado, la disminución en las matrículas, los cambios sociales de las familias y la tendencia a que las personas solo quieran tener uno o dos hijos, como lo demuestra la última Encuesta Nacional de Demografía y Salud, son hechos que afectan a las instituciones educativas.

¿Cómo garantizar, entonces, su sostenibilidad?

Ángela Rubiano, profesora y coordinadora de la Maestría en Dirección y Gestión de Instituciones Educativas, afirma: “Sabemos que toda la inversión de tiempo y recursos en la formación de docentes y directivos es crucial para innovar, transformar y mejorar la calidad de la educación”, añade.

Además, la tecnología también cumple un papel fundamental. Para Miguel Ángel Cárdenas, profesor y coordinador de los programas de posgrado virtuales de la Facultad de Educación, varias instituciones educativas del país han desarrollado proyectos para fortalecer los planes de incorporación de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en los procesos educativos.

Pese a esto, la profesora Rubiano resalta que en Colombia la población vulnerable no cuenta ni con internet ni con dispositivos adecuados para asegurar el aprendizaje. Sin embargo, la profesora no descarta que en un futuro muchas instituciones educativas lleguen a ser virtuales, pero enfatiza en que el cambio será lento.

Sin duda, los directivos tienen la responsabilidad de liderar en medio de la crisis, convocar en torno a los valores universales, ser una voz de esperanza y atender grandes desafíos. Por eso, es importante su formación.