Estudiar a la familia es fundamental para contribuir al progreso de las ciudades, puesto que, en esta, las personas desarrollan sus primeras capacidades y competencias ciudadanas para vivir en sociedad. Con el fin de analizar las políticas públicas y su impacto en las dinámicas familiares, la Alcaldía de Bogotá y el Instituto de La Familia de la Universidad de La Sabana efectuaron un estudio diagnóstico titulado Así son las familias bogotanas: una mirada desde la política pública (2018), en el que participaron 7.420 personas representantes de hogares y 2.671.293 hogares*; además, participaron 310 personas en grupos focales.

En el evento “30 años de historia para construir el futuro de las familias”, realizado por el instituto, se analizaron los resultados de la investigación producida con la alcaldía. Paola Gómez, subsecretaria de Planeación Socioeconómica de la alcaldía, y María del Carmen Docal, Juan Carlos Cuervo y Victoria Cabrera, investigadores de La Sabana, hicieron énfasis en la importancia de la generación de políticas públicas que protejan y promuevan a la familia. Por esto, la situación económica de la familia, los espacios públicos que se usan, la atención a las discapacidades, las lesiones y las relaciones entre sus miembros, los subsidios recibidos y los escenarios de participación fueron puntos fundamentales.

Docal explicó que, para analizar la situación de las familias, un aspecto primordial es conocer qué entienden las personas por familia. 53 % de los encuestados aseguraron que la familia es la institución donde se aprenden valores y principios que servirán para la vida y 34 % dijeron que es un espacio de relaciones en el que se construyen el afecto y la autonomía de sus integrantes. “Como instituto, tenemos una gran oportunidad y responsabilidad de formar a las familias, porque las personas siguen entendiendo y reconociendo que es el primer contexto donde se educa”, dijo Cuervo. 

El Instituto de La Familia, formador de formadores

Los institutos de la familia nacieron por las recomendaciones del “Concilio Vaticano II” a favor de la formación de la antropología humana, la encíclica Humanae Vitae, divulgada en 1968 por el Papa Pablo VI, y la promoción del matrimonio realizada por San Juan Pablo II. En 1969 se creó el primer instituto en Polonia. 20 años después, la Universidad de La Sabana aprobó la creación del Instituto de La Familia. Desde ese momento hasta hoy, han transcurrido tres décadas de investigación, orientación y formación a las familias.

En el marco del evento “30 años de historia para construir el futuro de las familias”, se realizó un conversatorio sobre las experiencias de aprendizaje y las perspectivas de la familia en los cambios de época. En este participaron Ana Margarita Romero, directora del Instituto de La Familia; Liliana Ospina, vicerrectora de Estudiantes y Profesores; el doctor Álvaro Mendoza, exrector de la Universidad; Ana María Araujo, Marcela Ariza y Carlos Zequera, exdirectores del Instituto de La Familia; y Álvaro Sierra, profesor por más de 25 años en el instituto.

“El Instituto de La Familia nació como un formador de formadores, pues educaba a profesionales para formar a los padres y dar orientación a la familia”, expresó Araujo. Por su parte, la vicerrectora destacó la rigurosidad académica e investigativa que diferencia al instituto de otras organizaciones que promueven a la familia: “Como parte de la Universidad debemos ser formadores, investigadores y tener proyección social. Nos compete cumplir con unos marcos y aspectos académicos rigurosos. Por esto, la sociedad y las instituciones confían en el Instituto de La Familia”, dijo.

Uno de los logros más destacables del instituto es la creación de un modelo de asesoría propio: el Proceso de Asesoría Familiar como Sistema Significante. “A la familia hay que atenderla, apoyarla y acompañarla desde la asesoría familiar. Es un proceso para ayudar a la persona a tomar conciencia de sí misma, revisar cómo interactúa en su familia y conocer cómo puede mejorar para tener relaciones familiares más armoniosas”, dijo Marcela Ariza.

A pesar de que las épocas cambian y aparecen nuevos desafíos, la familia nunca pasa de moda

*Las cifras se obtuvieron con la metodología de factores de expansión.

Fuente: Docal, M., Cabrera, V., Cuervo, J. y Navarro, S. (2018). Así son las familias bogotanas: una mirada desde la política pública. Recuperado de bit.ly/2CYoFj5