Al ritmo de Gaitambó

uenan los tambores, la gaita acompaña con su melodía y se vislumbran a lo lejos unas amplias polleras que se tornean al son de la gaita y los tambores. Los sombreros vueltiaos acompañan la alegre melodia que es interpretada por un grupo de jóvenes vestidos con trajes típicos, que cantan e interprentan alegremente los ritmos de nuestra tradición colombiana.

Hace 15 años en el 2004 comenzaron los ensayos de un pequeño grupo folclórico cultural, que tenía como propósito rescatar los ritmos tradicionales de los Viejos Gaiteros de San Jacinto. Hoy, es uno de los grupos representativos de la Universidad de La Sabana.

Se trata de Gaitambó fundado por iniciativa de estudiantes, quienes, motivados por promover el folclore de nuestro país, vieron en la creación de un grupo de gaitas y tambores la oportunidad para tocar las fibras de los corazones de quienes se alegran al ritmo de la Maestranza, Candelaria, sabor de Gaita, Pollera Colorá. Esta es su historia.

Las universidades han sido conscientes de la importancia de promover la formación en este tipo de conocimientos.

Con el ánimo de despertar vocaciones culturales en la comunidad estudiantil rescatando las manifestaciones tradicionales que evoca el folclore colombiano, se ha dado origen a una amplia gama de grupos folclóricos universitarios como embajadores de la cultura nacional.

Es así como se ha extendido nuestro folclore, pues a través de diferentes representaciones como festivales universitarios de danzas folclóricas, muestras musicales interinstitucionales, festivales universitarios nacionales, entre otros, se ha despertado en los estudiantes el interés por este tipo de ritmos ancestrales.

Ante este panorama, la academia no se ha quedado atrás. Las universidades han sido conscientes de la importancia de promover la formación en este tipo de conocimientos. No solo ha desarrollado una oferta académica de posgrado como las especializaciones en estudios del folklor, sino que ha decidió apostarle a través de las unidades de Bienestar universitario al apoyo en la conformación de grupos representativos folclóricos.

Todo ello demuestra que el estudio del folclore universitario se ha trazado como un objetivo de la agenda estudiantil. De acuerdo con Juan Carlos Pimienta, director musical de Gaitambó “la necesidad de impulsar este tipo ritmos folclóricos nace como un legado de las raíces de nuestro país, por eso, la tarea que tenemos todos es ayudar a difundirla y compartirla con otras instituciones universitarias”, señaló.

Para Edgardo Méndez, profesor en arte y música “el folklore parte de la tradición de los pueblos o comunidades, es y ha sido la manera de mantener viva algunas de las tradiciones autóctonas que caracteriza varias regiones. De allí la importancia que tienen las entidades educativas, y su rol protagónico al incentivar y promoverlo para la creación e identidad colectiva”.

Y es que el panorama actual del floklore universitario en Colombia aún es un campo con oportunidad de crecimiento. Básicamente, “se podría afirmar que aproximadamente en un 50% las universidades manejan la música tradicional basada en el género de gaitas y tambores. El resto se dedica a la música tradicional con la implementación de instrumentos como clarinetes, o solo con el uso de voces y tambores, asegura Pimienta.

Lo que demuestra el interés por aprovechar los instrumentos autóctonos y las melodías de escuelas tradicionales del folclore representativo. Sin embargo, queda el desafío para la academia: la difusión de este tipo de ritmos, expresó.

Realmente, el folklore universitario, “es una historia contada de mil formas, donde se mantienen tradiciones no sólo de las instituciones si no de los miembros que la conforman”, señaló Méndez.

En ese sentido, “Por eso, es admirable el trabajo que adelanta La Sabana como universidad, pues ha otorgado desde bienestar universitario el apoyo para brindar espacio a este tipo de tradiciones que como el folclore requieren atención y divulgación, pues ha tenido gran acogida entre los estudiantes”, afirmó.

La Sabana al ritmo de Gaitambó

Los golpes en el tambor, las melodías en las gaitas, la tambora y las maracas anuncian la llegada de Gaitambó. A donde llega se nota la ola de música, folclore y tradición. Su nombre que resume “gaitas y tambores” da una señal de ser una muestra de folclore, respondiendo a la música de la región caribe colombiana.

“Yo fui educado en la música de San Jacinto, esa música tradicional y ese conocimiento es el que estoy compartiendo con los estudiantes de Gaitambó”.

Esta iniciativa que nació en el 2004 por estudiantes ha sido a lo largo de los años un representante de la música folclórica, pues al ritmo de gaitas, maracas y tambores busca hacer un canto alegre que llame a la danza y recobre en otros el gusto por la música tradicional. Actualmente, Gaitambó está conformado por 20 estudiantes de diferentes carreras que se han unido para compartir el amor por la música tradicional de gaitas y tambores de San Jacinto.

Cuando se pregunta por el diferencial de este tipo de grupos musicales se puede ver que lo que hace único a Gaitambó es su disciplina y su compromiso. Su director, Juan Carlos Pimienta, es un auténtico integrante de la agrupación “Los Gaiteros de San Jacinto IV Generación”, por lo que se ha encargado de transmitir este legado. “Yo fui educado en la música de San Jacinto, esa música tradicional y ese conocimiento es el que estoy compartiendo con los estudiantes de Gaitambó”, afirma.

Los estudiantes que pertenecen al grupo valoran el conocimiento que aprenden sobre el folclore. Además de los conceptos, la clasificación de ritmos, ellos conocen sobre el origen de la canción, quién era su protagonista, de qué región era y cuál era la intención del compositor. Eso, es un solo un diferencial que es parte de la formación que reciben en el grupo.