Por Henry Humberto León Ariza, médico, licenciado en Educación Física y doctor en Biociencias.

Michael Phelps, nadador olímpico estadounidense retirado, llegaba a consumir de 10.000 a 12.000 calorías al día para mantenerse en un estado óptimo. Henry Humberto León Ariza, profesor de la Facultad de Medicina, médico, licenciado en Educación Física y doctor en Biociencias, explica cómo debe ser el cuidado de la salud de un deportista profesional.

Los deportistas profesionales requieren de controles médicos permanentes. Estos controles son obligatorios antesde comenzar su proceso de preparación y se mantienen hasta los días previos a las competencias.

La mayor cantidad de las consultas médicas asociadas al deporte se deben a traumas y lesiones por sobreuso. Sin embargo, los daños corporales varían según el deporte y la posición en que este se practica; por ejemplo, en el fútbol las lesiones en los defensores, delanteros y arqueros no suelen ser las mismas. Asimismo, es frecuente que cuando los deportistas entrenan muy fuerte tengan más episodios gripales, dado que su capacidad inmunológica disminuye. Una de las funciones del médico es prevenir condiciones raras, como los cambios patológicos que pueda sufrir el corazón en respuesta al esfuerzo físico. 

Una persona promedio consume alrededor de 2.000 calorías diarias, mientras que un deportista puede triplicar esa cantidad.

Los hábitos de vida de un deportista profesional son diferentes a los de las demás personas; un ejemplo es la alimentación: una persona promedio consume alrededor de 2.000 calorías diarias, mientras que un deportista puede triplicar esa cantidad; hay deportes en los que se entrena durante ocho horas diarias. Michael Phelps, nadador olímpico estadounidense retirado, llegaba a consumir de 10.000 a 12.000 calorías diarias. Además de ingerir muchas más calorías, los deportistas son cuidadosos con el consumo de grasas de origen animal y de azúcares simples. Asimismo, necesitan grandes cantidades de proteínas y carbohidratos complejos. También llevan un control estricto de su alimentación, no solo en el tipo de alimento, sino en las porciones y la frecuencia de consumo. Igualmente, deben evitar las situaciones de estrés. Se les recomienda no trasnochar ni consumir licor o fumar, puesto que estas acciones pueden disminuir su rendimiento y aumentar el riesgo de padecer enfermedades.

El papel del médico en la vida de un deportista es importante: realiza las pruebas de ingreso a los equipos; evalúa en compañía de otros profesionales las capacidades físicas —como la fuerza, la resistencia o la velocidad—; es el responsable de autorizar la participación en una competencia; controla los medicamentos que eventualmente debe recibir el deportista; sugiere intervenciones específicas desde el entrenamiento, la fisioterapia o la nutrición que ayuden a disminuir el riesgo de sufrir lesiones; y es el responsable de las intervenciones médicas para la curación y la rehabilitación deportiva.