Según el Diagnóstico de los Adultos Mayores en Colombia del Ministerio de la Protección Social y la Fundación Saldarriaga Concha, para el 2050 en Colombia el total de la población alcanzaría a las 72 millones de personas, con una esperanza de vida de 79 años y con más del 20% de los pobladores por encima de 60 años. La esperanza de vida en los últimos 50 años se ha venido incrementando, principalmente en las mujeres, ya que viven en promedio 5.9 años más, y en los hombres aumentó en 5.5 años. Se ha identificado que las principales causas de muerte después de los 65 años son las enfermedades cardiovasculares, cáncer, enfermedades respiratorias crónicas y diabetes. Por esto, la médica internista Diana Alexandra Garay, de la Clínica Universidad de La Sabana, explica las enfermedades más recurrentes en el adulto mayor.

El riesgo de las enfermedades puede variar si es hombre o mujer. Las mujeres tienen mayor prevalencia de enfermedades cerebrovasculares y cáncer de cérvix y de seno. Por su parte, los hombres presentan en mayor medida enfermedades crónicas de las vías respiratorias inferiores y cáncer de colon, próstata y pulmón. En cuanto a las enfermedades isquémicas del corazón y la diabetes, los dos presentan el mismo riesgo.

Algunos datos que vale la pena destacar es que los hombres son dos veces más propensos a desarrollar cáncer de estómago que las mujeres; este se presenta principalmente por encima de los 50 años. El riesgo de cáncer de próstata aumenta con la edad, especialmente después de los 50 años. Más del 80 % de los casos de cáncer de próstata se diagnostican en hombres de 65 años o más.

Las personas en esta etapa de la vida deben estar atentas a signos de alarma, como sed, en especial si se acompaña de deseos insaciables de comer; dolor en el pecho, acompañado de no poder caminar o correr la misma distancia que antes, sensación de palpitaciones, palidez y mareos o desmayos; tos por más de 15 días y estreñimiento o diarrea crónica.

 Adicionalmente, las mujeres deben estar atentas a la identificación de bultos o masas que se palpen, como un nudo firme o un engrosamiento de la mama, o debajo del brazo, cualquier cambio en el tamaño o la forma de la mama, secreción del pezón que se produce de forma repentina, mamas tibias, enrojecidas e hinchadas, con erupción cutánea o sin esta, con rugosidad que se asemeja a la piel de una naranja, mayor secreción vaginal y sangrado después de la menopausia.

Por su parte, los hombres deben consultar en caso de ronquidos, somnolencia en el día; sangre muy oscura o roja intensa en la materia fecal; cuando el flujo de la orina es débil o interrumpido, o hay necesidad de hacer fuerza para vaciar la vejiga y con mayor frecuencia, sangre en la orina o en el semen  y pérdida de peso.

Para controlar estas enfermedades, se recomienda después de los 45 años asistir de forma frecuente al médico internista o familiar; además, en los hombres con el urólogo, y para las mujeres, con el ginecólogo. Deben solicitarse exámenes de azúcar, colesterol, tiroides y tomarse la tensión arterial. En el caso de las mujeres, adicionalmente se recomienda  tomarse la citología y  la mamografía al menos cada dos años, o según lo indique el médico.  Es importante recordar que buscar ayuda no es signo de debilidad o enfermedad: es sabiduría, y una muestra de amor por la vida propia, de que se quiere vivir más, aún siendo fuerte y funcional.

Para prevenir estas enfermedades, se recomiendan hábitos de vida saludable: reducir el consumo de grasas saturadas, no consumir grasas trans, limitar el consumo de azúcar y de sal, realizar ejercicio aeróbico moderado al menos 150 minutos a la semana, evitar el tabaquismo y el alcohol; pero, si desea consumir algo de esto, restrinja el consumo así: hombres, máximo dos bebidas, en total 20 gramos de alcohol; esto es equivalente a 300 cc de cerveza, 150 cc de vino o 40 cc de whiskey. En mujeres, máximo una sola bebida.

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