El trabajo de Alumni Sabana deja "Huellitas en el corazón"

La graduada María Camila Triana Ramírez se dedica a cumplir los sueños de niños que padecen de enfermedades que amenazan sus vidas.

María Camila Triana Ramírez se graduó de Administración de Mercadeo y Logística Internacionales en el 2012. Ella adelantó su práctica en Newell Brands, empresa en la que ejerció y aprendió más sobre el área de mercadeo.

Durante su último semestre en La Sabana, María Camila cursó la materia Responsabilidad Social Empresarial, en la que realizó proyectos en Bosa, los cuales desencadenaron en ella el deseo de crear una fundación con impacto social. En el 2014, decidió establecer “Huellitas en el Corazón”, guiada por la meta de constituir una fundación similar a Make a Wish, ONG internacional que se dedica a cumplir los sueños de niños que padecen enfermedades terminales.

Con base en esto y por su interés en que Make a Wish incursionara en Colombia, María Camila tocó puertas hasta que esa ONG decidió llegar al país bajo el marco legal de “Huellitas en el Corazón”; además, hace dos años, esta le dio la licencia como su representante en el país. María Camila afirma: “Ser perseverante me ayudó mucho. Gracias a esto, Colombia se convirtió en el país número 42 en formar parte de esta organización”.

La experiencia de ser embajadora de Make a Wish Colombia le ha permitido aprender mucho: “Tener una fundación suena muy lindo; pero pocas personas imaginan el trabajo que hay detrás, puesto que una fundación es una empresa que, aunque no genera utilidad financiera, genera utilidad social”. Ella añade: “Tenemos que buscar recursos que sostengan la operación en Colombia en pro de seguir impactando de modo positivo en los niños; los ayudamos a que sigan soñando lo que ellos quieran”

En el futuro, María Camila espera llegar a todas las regiones de Colombia. Hasta el momento, Make a Wish tiene operaciones en Bogotá, Cali, Barranquilla, Medellín, entre otras ciudades. “Esperamos que los 300 voluntarios, entre empresariales e individuales, aumenten su número para ayudar a los 3.000 niños que al año son diagnosticados con alguna enfermedad que amenaza sus vidas. A ellos, por medio de la ONG, les cumplimos sus sueños para enriquecer su experiencia humana con alegría, fortaleza y esperanza”.

La graduada reconoce que, aunque el proceso requiere mucho esfuerzo, ha podido conocer y aprender de todo lo que conlleva realizar un emprendimiento en el país. Afirma que haber estudiado en La Sabana es un motivo de orgullo, puesto que la Universidad le inculcó perseverancia para lograr sus metas y, especialmente, para ayudar a cumplir 200 sueños con su labor como embajadora de la ONG. Entre los sueños que ha cumplido se destacan: la visita de algunos niños para saludar al Papa Francisco, viajes a los parques de Disney World y encuentros con cantantes famosos, como Maluma o J Balvin.