“¿Qué quieren los jóvenes de la Iglesia?”

En la XV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de Obispos 2018, que se celebrará en octubre, se tratará el tema: “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”.

foto cardenal ruben salazar gomez que quieren los jovenes de la iglesia comunicado sala de prensa unisabana

Los jóvenes quieren ser escuchados. Las nuevas generaciones esperan que la Iglesia, mejore la comunicación y sea más comprensiva con ellos. Estas y otras importantes peticiones se escucharon junto a más de 300 jóvenes que se dieron cita en el auditorio de la Universidad de la Sabana, quienes plantearon al cardenal Rubén Salazar Gómez, arzobispo de Bogotá y primado de Colombia, sus inquietudes sobre su participación dentro de la Iglesia, el papel, la misión, los retos y las propuestas para ser tenidas en cuenta en la XV Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos donde el tema será: Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional.

Miguel Lloveras, un estudiante de octavo semestre de Administración de Empresas de la universidad, le dijo al Cardenal, que los jóvenes necesitan tiempo para encontrar una vocación. Así como él, seis jóvenes más, también plantearon sus inquietudes, las cuales serán llevadas en octubre a Roma, para que se conviertan en insumo para trazar una hoja de ruta para la Iglesia. sobre los problemas que enfrentan hoy las nuevas generaciones que se expondrán en el Sínodo.

Este encuentro se dio durante las actividades que actualmente adelanta el Vaticano en todo el mundo como preparación al Sínodo de Obispos. En la Universidad de La Sabana se llevó a cabo una de esas charlas en la que el Cardenal escuchó a las inquietudes de algunos jóvenes que respondieron la pregunta que el Papa le hizo a ellos: “¿Qué quieren los jóvenes de la Iglesia?”

Pero, ¿qué es el Sínodo? Según la página oficial del Vaticano, un Sínodo es: “En términos generales, una asamblea de obispos que representa al episcopado católico y cuya tarea es la de ayudar al Papa en el gobierno de la Iglesia universal dándole su consejo”. “La Iglesia debe ayudar a enfocar a los jóvenes para que sean mejores”, dijo Miguel Ángel Polanía, estudiante de quinto semestre de la Universidad, y Laura Emilia Tovar Baraya, estudiante de Psicología, en su propuesta escribió que “los jóvenes quieren una Iglesia abierta a todos”. Esas son algunas de las respuestas a esa gran pregunta que les ha planteado el Papa.

Luego de escuchar atentamente las intervenciones de los jóvenes escogidos, el Cardenal se dirigió al auditorio y aprovechó para reconocer que los nuevos cambios que vive hoy la sociedad requieren una profunda capacidad de comunicación. “La comunicación es básica (…). El ser humano ha sido creado para la comunión con los demás para interactuar y comunicarse. Por eso, necesariamente, tenemos que comunicar. Pero ustedes saben bien lo difícil que es comunicar”. Además, el Cardenal dijo que para la Iglesia es un reto enorme la comunicación y que es muy importante que ella (la Iglesia) sea capaz de comunicar las enseñanzas a la sociedad.

Pero parte de ese proceso de comunicación debe partir del conocimiento y acercamiento de las particularidades de la sociedad. El Vaticano ha querido acercarse aún más a los jóvenes y ha ampliado el espectro de participación utilizando las redes sociales. A través de un grupo de Facebook —llamado Reunión pre-sinodal— y 15 hashtags —que se pueden consultar en www.synod2018.va , cualquier persona puede expresar su opinión sobre las temáticas que la Iglesia ha preparado para orientar a los Obispos en los asuntos que se hablarán en la Asamblea de octubre.

Este acercamiento con los jóvenes, para el caso de Colombia da continuidad a la exhortación hecha por el Santo Padre en su visita el año anterior “sueñen, muévanse arriesguen miren la vida con una sonrisa nueva vayan adelante no tengan miedo. Solo así se animarán a descubrir el País que se esconde detrás de las montañas; el que trasciende titulares de diarios y no aparece en la preocupación cotidiana por estar tan lejos”.

El cardenal Salazar manifestó que para la iglesia es todo un reto la comunicación, porque lo que se debe comunicar es la experiencia de vida de cada uno, mostrando mediante de su existencia a ese Cristo resucitado, vivo y que acompaña el caminar diario de cada persona, de cada individuo.