El ingeniero que sigue aumentando los latidos al corazón

En 1958, el ingeniero Jorge Reynolds Pombo desarrolló el primer marcapasos para recuperar los corazones afectados por la arritmia. Sus aportes científicos han beneficiado a millones de personas y son fundamentales para la cardiología en todo el mundo. Hoy, las miradas están puestas en su nueva creación: el nanomarcapasos, un dispositivo con cambios sustanciales frente al primer mecanismo.

El nanomarcapasos tiene el tamaño de la cuarta parte de un grano de arroz. Esto quiere decir que se implantará por medio de un catéter, procedimiento que puede durar de 15 a 20 minutos y que no requiere hospitalización.

Su mayor innovación está en su funcionalidad, puesto que no necesita baterías: la mínima contracción del corazón producirá el voltaje necesario para que el dispositivo funcione. “También estará interconectado al celular del médico tratante, a través del sistema Bluetooth, con el fin de tener un constante monitoreo del funcionamiento del dispositivo en el paciente”, aseguró Reynolds Pombo, quien dictó en La Sabana la conferencia “Presente y futuro de la ciencia”, organizada por el Doctorado en Biociencias de la Facultad de Ingeniería y la Facultad de Medicina.

La mayor innovación del nanomarcapasos está en su funcionalidad: no necesita baterías

El doctor, quien trabaja en este proyecto desde el año 2000, cree que la tecnología está cambiando la medicina y muchas otras disciplinas. “En los casos de cáncer, los nanorobots podrán llevar sustancias directamente a los órganos afectados. También los nanosensores tendrán el papel de dar información del estado de los órganos en alguna enfermedad”, dijo.

Reynolds Pombo, el primer doctor honoris causa de la Universidad de La Sabana, invitó a los jóvenes que se quieren dedicar a la ciencia y a la tecnología a que materialicen sus sueños. “Si lo que uno quiere es factible, hay que insistir hasta volverlo una realidad. La persistencia es sumamente importante en los campos de investigación”, concluyó.