Las formas de hablar entre distintas generaciones producen choques y, a veces malos entendidos.

En la cultura occidental, el diálogo entre generaciones evidencia complicaciones. Los choques culturales entre unos y otros hacen que la comunicación sea dificultosa y en algunos casos improductiva. Precisamente, los expertos en comunicación y lenguaje Angie Williams y John F. Nussbaum explican en su libro Intergeneracional Communication Across the Life Span explican que “la comunicación intergeneracional atraviesa diferentes actitudes, creencias y estereotipos”.

Varios de estos estereotipos (algunas veces verdaderos; otras, falsos) son los causantes de que las conversaciones entre jóvenes y adultos mayores estén llenas de predisposiciones. De acuerdo con varios estudios en las sociedades anglófonas occidentales, las personas jóvenes interpretan la comunicación con adultos como insatisfactoria y problemática Esto representa un factor relevante en la interrelación entre familias y sociedades en general.

De acuerdo con Jairo Valderrama, profesor de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Sabana y experto en lenguaje, esta ausencia o precariedad de comunicación entre generaciones son momentos de mutuo aprendizaje para unos y para otros que se están perdiendo.

Para Juan Carlos Vergara, director de la Maestría en Lingüística Panhispánica de la universidad de La Sabana, estos choques son normales, ya que, en muchos casos, los cambios en el lenguaje son hechos a propósito: “muchas veces los jóvenes utilizan expresiones que molestan para fastidiar. Lo importante es entender que esto es normal”.

Estos son 6 consejos que recomiendan los expertos para poder superar las barreras comunicativas entre generaciones y poder descubrir mundos distintos que se esconden en el pensamiento de cada una de las generaciones:

Es importante entender que, en ese proceso comunicativo entre personas de diferentes generaciones, cada una de ellas debe ceder. Los adultos mayores deben empezar a entender ese nuevo lenguaje de los jóvenes, y los jóvenes entender por qué los mayores hablan de esa manera. Unos y otros funcionan como maestros y es una maestría recíproca.

Además de reconocer aspectos propios de una cultura, también existen estereotipos falsos que predisponen el encuentro. Es vital conocer y descubrir a cada una de las personas, sin importar sus diferencias generacionales y encontrar que con cada uno hay puentes en común.

Si se incentiva el contacto entre nietos y abuelos dentro de la familia, se ayudarán a romper varios estigmas entre adultos mayores y jóvenes en la sociedad. De esta forma, los jóvenes valorarán en los mayores su experiencia y sabiduría, mientras que los adultos podrán valorar la alegría, creatividad e ímpetu de los menores.

Si es verdad que los medios digitales son vitales en la vida moderna, nada ayuda más a una relación que compartir y conversar cara a cara. Estos encuentros pueden ser más efectivos a la hora de reconocer al interlocutor.

El lenguaje cambia generación tras generación, pero esto debe ser considerado como una oportunidad, mas no una barrera. Si no se entienden palabras o expresiones, vale la pena preguntar, aprender y enriquecer el vocabulario.