Humanización y espiritualidad en la atención de enfermos en el final de la vida

Según la Organización Mundial de la Salud, OMS, cerca de 40 millones de personas en el mundo requieren de los cuidados paliativos cada año. El 78% de ellas viven en países de ingreso bajo e ingreso mediano, y tan solo un 14% de las personas que necesitan asistencia paliativa la reciben.  Tras este panorama, los departamentos de Bioética  y de  Anestesia, Dolor y Cuidado Paliativo, de   la  Facultad de Medicina, se unen al compromiso de asegurar el cuidado y las necesidades de los niños, adultos y personas de la tercera edad hasta el final de su vida con el 5º Simposio de Interdisciplinariedad en Bioética: Una mirada bioética a los cuidados paliativos: Cultura, humanización y espiritualidad en la atención de enfermos, que se realizará el  15 de junio en el auditorio David Mejía Velilla. Inscripción sin costo.

Los cuidados paliativos son un abordaje que permite la identificación, manejo temprano de síntomas físicos, psicosociales y espirituales y alivio del sufrimiento de pacientes y de sus familias, cuando enfrentan enfermedades crónicas y progresivas, buscando mejorar la calidad de vida.  

Desde la mirada de la bioética, se dignifica a la persona reconociendo su vulnerabilidad al final de la vida. "A su dolor físico, se suman dolores psíquicos y espirituales dentro del proceso de morir. El acompañamiento espiritual, independientemente del credo, es fundamental para aliviar el sufrimiento”, dice María de los Ángeles Mazzanti, jefe del departamento de Bioética. Por esto, en el simposio se busca conocer la perspectiva del final de la vida,  desde el judaísmo,  el hinduismo, las cosmovisiones de nuestras culturas indígenas, el islam  y el cristianismo.

Asimismo, se reconoce el papel fundamental del profesional de la salud para fortalecer su labor, garantizando la asistencia y el acompañamiento hasta que termine el ciclo de vida del paciente, “Se requieren  profesionales con capacidades psicológicas y emocionales para atender y acompañar con profesionalismo, comprensión y compasión”, complementa la profesora Mazzanti. Además, pone en la mesa el papel de los cuidadores como soporte para los pacientes. “El cuidador es imprescindible y responde a la necesidades del enfermo y de sus familiares,  por lo que requiere formación y acompañamiento”. 

Recientemente, se ha  desarrollado  el proyecto PAL-LIFE: International Advisory Working Group on Diffusion and Development of Palliative Care in the World.  La doctora Nunziata Comoretto, oficial de la sección Científica en la Academia Pontificia para la Vida, Ciudad del Vaticano, es organizadora de dicho proyecto y compartirá los aspectos claves  para su divulgación en Colombia.