Relevo en las vicerrectorías

Después de más de veinte años vinculados al alto gobierno de la Universidad, acompañando a los tres últimos rectores en el direccionamiento de la Institución y realizando notables aportes al desarrollo de esta y a la formación de directivos, en cumplimiento de los lineamientos institucionales de sucesión en los cargos, llegó el momento del relevo de los doctores Liliana Ospina de Guerrero, actual vicerrectora de Profesores y Estudiantes, y Mauricio Rojas Pérez, actual vicerrector de Desarrollo.

En su reemplazo, el Consejo Fundacional de la Universidad aprobó los nombramientos del doctor Juan Fernando Córdoba Marentes, actual decano de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas, como vicerrector de Profesores e Investigación, y de la doctora Ángela María De Valdenebro Campo, actual vicerrectora de Procesos Académicos, como vicerrectora de Desarrollo.

Así mismo, el Consejo Fundacional de la Universidad aprobó el nombramiento del doctor Javier Bermúdez Aponte, actual decano de la Facultad de Educación, como vicerrector de Procesos Académicos y Estudiantes. La doctora Liliana Ospina será la nueva directora del Instituto de La Familia, según lo aprobado por el Consejo Superior y, el doctor Mauricio Rojas, continuará como miembro de juntas directivas de la Institución y será asesor en temas financieros relacionados con la proyección financiera de la Universidad y el manejo del Fondo Patrimonial Especial.

¡Reconocimiento y gratitud por siempre!

El Consejo Fundacional y el Consejo Superior de la Universidad de La Sabana quieren exaltar ante la comunidad académica a la persona y la obra de la doctora: Liliana Ospina de Guerrero

Ha unido su nombre a la historia de esta Universidad desde su vinculación, en enero del año 1997, inicialmente como directora de Planeación y, a los pocos meses, como vicerrectora.

Durante 25 años, la doctora Ospina ha ocupado los cargos de vicerrectora Académica, vicerrectora de Servicios Académicos y vicerrectora de Profesores y Estudiantes. Por varios trienios sucesivos, fue primer suplente del rector y ha participado en los principales órganos de gobierno de la Universidad, la Clínica Universidad de La Sabana y ASPAEN, entidad fundadora de la Universidad. También ha representado dignamente a la Universidad de La Sabana ante diferentes organismos académicos y gubernamentales del orden nacional e internacional.

De igual forma, destacan en los Consejos Fundacional y Superior el liderazgo y la valía personal de la doctora Ospina para sacar adelante iniciativas de gran relevancia para la Universidad, como el impulso al desarrollo de un cuerpo profesoral de las más altas calidades personales y académicas; la creación del Programa de Semillero de Profesores; el impulso a la apropiación de la Cultura Institucional de la Universidad, sobre todo de profesores y directivos; la concepción y el impulso al Programa Core Curriculum Persona & Cultura; la reactivación mayor a las estrategias de acompañamiento personal y académico para los estudiantes de pregrado y posgrado, a fin de asegurar su crecimiento personal y éxito académico; su contribución para que, desde el Instituto de La Familia, se promueva la institución familiar. Además, entre muchos otros, son muy notorios sus aportes para que los espacios y el servicio en el campus cuenten con la altura y la calidez suficientes para resaltar la dignidad y la centralidad de la persona humana. Por ello, los Consejos Fundacional y Superior también destacan, de manera muy especial, el liderazgo de la doctora Ospina para garantizar la continuidad académica durante la reciente pandemia.

*Tomado del Acta No. 100 del Consejo Fundacional del 25 de mayo de 2022 y del Acta No 657 del Consejo Superior, ambas del día 25 de mayo de 2022. La presente moción de reconocimiento y gratitud fue entregada en ceremonia especial en el Campus del Puente del Común, el día 21 de julio del año 2022.

Pensar y cuidar hasta lo más pequeño

Pensar y cuidar de lo pequeño; una de las consignas que ha tenido la doctora Liliana Ospina de Guerrero durante 25 años de trabajo en la Universidad de La Sabana: dejar en todo nuestro sello, ese que pone en primer lugar a la persona y hace gala del trabajo bien hecho.

Así ha sido desde el primer día, cuando en enero de 1997 y después de pasar un par de meses conociendo las distintas facultades, se hizo cargo de la Dirección de Planeación. Disponible para lo que hiciera falta fue planteando mejoras en la estructura de las facultades y de las distintas dependencias a través de un Manual de Procesos para la relación de las facultades con el gobierno central de la Universidad, a partir de los planteamientos y decisiones del gobierno colegial, una forma de gobierno que hizo propia desde el comienzo de su gestión.

La doctora Liliana siempre ha dejado ver una gran capacidad de trabajo, una memoria impresionante y una narrativa de admirar, propia de los abogados que, como ella, prefieren hablar a escribir, porque su riqueza intelectual se evidencia en las palabras, en el vocablo bien pensado y la frase bien construida.

Con un trato delicado, pero seguro, se ha relacionado siempre con estudiantes, profesores, directivos y personal administrativo que, desde el primer día y hasta hoy, piden consejo para las decisiones en aspectos académicos y reciben sugerencias, iniciativas y hasta nuevas tareas que podrían enriquecer sus trabajos y conseguir nuevos objetivos.

En estos 25 años y, especialmente, en calidad de vicerrectora, su preocupación principal se ha centrado en poner siempre en primer lugar al Proyecto Educativo institucional (PEI) de la Universidad, en cuya concepción y redacción participó; una de las razones por las que quizá ha sido siempre adalid de su defensa y vocera de sus principios a donde quiera que vaya: convivencias, cursos, seminarios y muchas otras actividades a profesores, administrativos, en donde hace ver a todos en dónde radica la diferencia de “ser Sabana”, un asunto que explica como nadie, así como el estilo humano de la Universidad y la razón de ser de la asesoría académica, la formación integral y la educación personalizada.

Además del manifiesto amor por su familia (su mamá, su esposo Mauricio, su “Juanchis” del alma y sus hermanos Selma y Bernardo), se ha destacado en ella su pasión por el derecho, el gusto por la cocina y su alto interés y conocimiento por la decoración. De hecho, quienes trabajan desde hace muchos años en la Universidad identifican con facilidad en dónde está ese toque suyo.

A ella no se le pasa detalle. Dedica muchos ratos a sugerir mejoras en las instalaciones, a renovar espacios y lograr en todos los edificios ambientes y rincones familiares, cómodos, que favorezcan el ambiente de estudio y de familia tan propios de la Universidad.

En su corazón hay muchos recuerdos, ningunos tan entrañables como la visita de Monseñor Javier Echevarría, Prelado del Opus Dei y entonces Gran Canciller de la Universidad en el año 2001, y el momento en el que, presidiendo una ceremonia de grados en la Universidad, pudo entregar el diploma de médico a su hijo Juan Ignacio.

La doctora Liliana siempre ha dejado ver una gran capacidad de trabajo, una memoria impresionante y una narrativa de envidia, propia de los abogados que, como ella, prefieren hablar a escribir, porque su riqueza intelectual se evidencia en las palabras, en el vocablo bien pensado y la frase bien construida.

A partir de hoy, la doctora Liliana deja la Vicerrectoría para hacerse cargo de la Dirección del Instituto de La Familia, un tema que le cae como anillo al dedo, pues no hay nada que a ella le hagan más feliz: los hijos, los jóvenes, los niños y el futuro de todos ellos.

El Consejo Fundacional y el Consejo Superior de la Universidad de La Sabana quieren exaltar ante la comunidad académica a la persona y la obra del doctor: Mauricio Rojas Pérez.

Ha unido su nombre a la historia de la Universidad de La Sabana. Asimismo, desea agradecer su fecunda y abnegada labor, iniciada en agosto de 1998, en una destacada labor directiva como administrador general, vicerrector Administrativo y vicerrector de Desarrollo, así como su rol por varios trienios en calidad de segundo suplente del rector.

De la misma manera, se destaca del doctor Rojas su participación en los principales órganos de gobierno de la Universidad, la Clínica Universidad de La Sabana, INALDE Business School y el Instituto Forum, entre otros.

Del doctor Mauricio Rojas, es clara su preeminencia en la labor formativa y desarrolladora de talento directivo en la Universidad. Siempre en su trabajo inspiró a sus colaboradores, invitándolos a soñar con grandes proyectos, a la vez que propiciaba en ellos un ambiente de confianza. También caracterizó al doctor Rojas su pasión por el bienestar universitario y por tener cercanía con los estudiantes.

 

El doctor Rojas es administrador de empresas de la Universidad de los Andes con máster en Administración de la Integración del Instituto de Estudios Superiores de la Empresa y cursó el programa de Alta Dirección Empresarial PADE del INALDE Business School. Su trayectoria profesional señala que fue subgerente comercial de Suramericana de Seguros y gerente administrativo y de Recursos Humanos de United Distillers and Vitners. Ejerció la docencia universitaria como profesor de Planeación y Organización en la Universidad de La Sabana y ha mantenido su rol como asesor académico hasta la fecha.

De igual modo, los consejos Fundacional y Superior resaltan del doctor Mauricio Rojas su liderazgo y visión para llegar a la cultura de un gobierno corporativo. En él se destacan, entre otras, las siguientes realizaciones: la transformación en la gestión académica, administrativa y financiera, apalancada en el cambio y la renovación tecnológica con la plataforma SIGA Académico, Desarrollo Humano y Financiero; los avances significativos al implementar un modelo de gestión para la educación virtual por medio del proyecto Unisabana E-learning; la optimización del proceso de admisión con la puesta en marcha del proceso PIAMI para pregrado y posgrado; la definición del modelo de prospección financiera; el establecimiento del escalafón administrativo con un sistema de evaluación de desempeño desde el Modelo de Competencias Laborales y Valores Institucionales y la creación del Programa Aprendamos a Trabajar (PAT). Además, su acción directiva se materializa en la prospección del Plan Maestro del Campus del Puente del Común y de múltiples proyectos de infraestructura tecnológica.

*Tomado del Acta No. 100 del Consejo Fundacional del 25 de mayo de 2022 y del Acta No 657 del Consejo Superior, ambas del día 25 de mayo de 2022. La presente moción de reconocimiento y gratitud fue entregada en ceremonia especial en el Campus del Puente del Común, el día 21 de julio del año 2022.

El corazón y la exigencia en el trabajo bien hecho

“Bingo. Esa es… hagámoslo, pero… por favor… no gaste tanto”.

Parecen frases simples, pero cada una da cuenta de todo lo que en estos 25 años de trabajo reconocen quienes han trabajado al lado del doctor Mauricio Rojas Pérez, hasta hoy vicerrector de Desarrollo.

Efusivo con el que más. Para él es imposible abstenerse de hacer un llamado de atención cuando de verdad la situación lo amerita, pero mucho más difícil es quedarse con una felicitación, que siempre va cargada de explicaciones.

Desde que inició su recorrido en la Universidad de La Sabana fue acelerado. Siempre con el tacómetro (de la época) en el máximo de revoluciones. Sabía que había que impregnar a la Universidad el sentido de urgencia al que tanto nos referimos en la actualidad.

Todo acompañado siempre del cuestionamiento propio de quien conoce los números, sabe de las consecuencias de las malas decisiones y entiende que un paso en falso podría dar al traste con realizaciones que costaron mucho concretar.

Por eso, el doctor Rojas siempre estuvo tras el cuidado, no solo del gasto, sino también de las personas. Coincidencialmente, eso afirman quienes durante tantos años trabajaron hombro a hombro con él.

Efusivo con el que más. Para él es imposible abstenerse de hacer un llamado de atención cuando de verdad la situación lo amerita, pero mucho más difícil es quedarse con una felicitación, que siempre va cargada de explicaciones.

 

Ante todo, sus logros fueron llegando gracias a su trabajo estructurado, su chispa y la capacidad de entender procesos y ponerlos en marcha con celeridad. Pero, más aún, contando, entendiendo y conociendo que, detrás de cada resultado, hay una persona.

Así lo confirman algunos proyectos que quedan para la Universidad y que llevó a buen puerto (por cierto, lo hace con conocimiento, ya que le encanta la navegación, los veleros, el agua, el mar) mediante el trabajo en equipo, pero con el timón bien apretado. El Programa de Ahorro Programado (PAP), con el que la Universidad trata de hacer más sencillo —no solo en lo personal, sino también en lo económico— el tránsito de quienes han cumplido su etapa laboral por cuenta de la jubilación hacia una época de retiro, con un ahorro y sin desvincularse de ese trabajo que la Institución considera muy valioso, por algunos años más.

Ante todo, sus logros fueron llegando gracias a su trabajo estructurado, su chispa y la capacidad de entender procesos y ponerlos en marcha con celeridad. Pero, más aún, contando, entendiendo y conociendo que, detrás de cada resultado, hay una persona.

Además, buscando siempre ponerse en los zapatos del otro, aceleró por mucho tiempo el proyecto de la compensación flexible. Muchas familias, por diversas razones, se ven en la obligación de implementar cada vez más “la gimnasia financiera” para hacer rendir lo que reciben por cuenta de su salario, pero su flujo de efectivo no siempre llega a cubrir sus necesidades. Para eso, se creó el Fondo de Solidaridad Pensional, gracias al cual hoy la Universidad puede apoyar a muchos de sus empleados.

Esa fue siempre una de sus preocupaciones. Las personas primero. Por eso, entre otras muchas cosas, hay que hacer rendir los recursos. Y, de eso, sí que sabe el doctor Rojas. No en vano, sus cuatro hijos: Antonio, Juana, Lorenzo y María José han emprendido sus propias rutas, gracias a los esfuerzos que se hicieron, bien pensados, de la mano de su esposa, Adriana.

Cerrar este ciclo es para él un nuevo comienzo. Quienes lo conocen bien saben que no parará de trabajar porque el trabajo —y bien hecho— está tan arraigado en él como la seguridad con que demuestra tomar decisiones rápidas, creativas y con impacto.

Así ha sido su gestión, una combinación de cariño por las personas, exigencia ante lo que son capaces de dar, procesos organizados y mucha mirada de futuro, porque cree en que el mañana podrá ser mejor que el hoy, sobre todo cuando se pone el acento de los jóvenes. Por algo, a pesar de sus ocupaciones, sus encargos y proyectos, su prioridad fue atender a sus asesorados académicos, porque su compromiso con la formación siempre va, para él, en primer lugar.