VIDKO: transformando tapabocas desechables en camisetas deportivas

¿Alguna vez te has preguntado qué pasa con los tapabocas desechables que se dejan de usar y no se reciclan? Según el Fondo Mundial para la Naturaleza, cuando esto sucede, 10 millones de mascarillas quedan esparcidas por el medio ambiente y tardan más de 400 años en descomponerse. Ante esta preocupante realidad, Juan Manuel Navas, Felipe Beltrán Urrego, Juan Sebastián Ospina y Santiago Rodríguez, estudiantes de octavo semestre del programa de Administración de Empresas, decidieron crear VIDKO, un emprendimiento que transforma estos utensilios de bioseguridad en camisetas deportivas.

La pasión por el deporte y la economía circular (reconocida por ser un modelo de producción y consumo que tiene en cuenta aspectos como el reciclaje, la reutilización y la reducción, entre otros) fueron los dos puntos clave que este grupo de estudiantes consideró para desarrollar VIDKO. “Cuando uno crea un emprendimiento y está el componente pasional, sentimos que es mucho más ameno desarrollarlo. Esto crea valor para nosotros y nuestros clientes. Queríamos una iniciativa novedosa, distinta y de gran impacto; así surgió la idea de que los tapabocas fueran la materia prima de las camisetas”, aseguró Santiago Rodríguez.

Después de un año de arduo trabajo y de consolidación del proyecto, VIDKO se presentó en la “XII Semana de Innovación y Emprendimiento" de la Universidad de La Sabana, en la cual fueron los ganadores en las categorías de People Choice Award y Gran Ganador.

Susan Rodríguez, profesora del Departamento de Innovación y Emprendimiento de la Escuela Internacional de Ciencias Económicas y Administrativas, y quien acompañó a este grupo durante el proceso, afirmó que “Desde el inicio, ellos [los estudiantes] querían trabajar temas de sostenibilidad. Una vez surgió la idea, se dieron cuenta de que su emprendimiento podría ser escalable. Valoro mucho su trabajo en equipo, las ganas de querer emprender y generar un impacto favorable.

Fue un proyecto bastante interesante en el cual identificaron que un residuo es un recurso. A pesar de la virtualidad, escenario en el cual se concretó el proyecto, están cumpliendo sus sueños, metas y propósito. Además, generaron alianzas estratégicas con otros emprendimientos, como Sajú”.

Para estos emprendedores, generar una cultura de consciencia ambiental en sus clientes y en la comunidad en general es un aspecto clave, y lo consideran una herramienta fundamental en el ascenso del negocio. “Vale la pena tomar acción y qué mejor que mediante nuestro emprendimiento”, concluyó Santiago.

  • Para hacer una camiseta se necesitan 1.2 metros de tela; para producir un metro de tela reciclada se necesitan 30 tapabocas KN95 blancos.
  • Alrededor del 90 % de los tapabocas no se recicla.