Padres tranquilos, niños tranquilos: la fórmula para regresar a las aulas

El regreso a las clases en jardines y colegios bajo el modelo de alternancia es un hecho. Varias instituciones educativas han reabierto sus puertas y, aunque hay voces a favor y en contra, la realidad es que a mediados de febrero “el 59 % de las 96 secretarías de Educación del país iniciaron clases con el modelo de alternancia”, según informó elMinisterio de Educación Nacional.

Este modelo de alternancia permite elegir entre continuar bajo la modalidad virtual o retomar la presencialidad; decisión que se debe tomar en cada casa. Al ser una disposición familiar, es determinante un consenso entre el papá y la mamá.

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Los mensajes para los hijos deben ser positivos [optimistas] para que no se asusten. Por ejemplo: “qué rico volver al colegio”, “vamos a disfrutar”, “todo va a salir bien”.

En el caso de la capital del país, según el informe de Bogotá Cómo Vamos, “el 54 % de los padres de los colegios oficiales dijo que solo enviaría a sus hijos a clases si existe la vacuna”. Poco a poco, las familias se han animado a enviar a sus hijos otra vez a las clases presenciales o han comenzado a evaluar esta posibilidad. La ansiedad, el estrés, los nervios y la angustia son sensaciones latentes en este contexto de COVID-19. Por esa razón, para enfrentar esos potenciales miedos de las familias, Victoria Cabrera, profesora e investigadora del Instituto de La Familia, da las siguientes recomendaciones:

Es necesario tener mucha seguridad y tranquilidad al tomar la decisión. Esto se transmite con facilidad a los niños; se nota en las actitudes y en las ideas, sobre todo si vienen de un adulto. Por eso mismo, si se transmite tranquilidad y confianza, el regreso será mucho más fácil para ambos.

Los mensajes para los hijos deben ser positivos [optimistas] para que no se asusten. Por ejemplo: “qué rico volver al colegio”, “vamos a disfrutar”, “todo va a salir bien”.

No debe dejarse de lado el autocuidado; al repetirlo constantemente, debe volverse un hábito en los niños. Además, se debe resaltar la importancia de acudir a los profesores, enfermeros o a quien aplique según la institución, en caso de presentar algún inconveniente, dificultad o síntoma.

En caso de sentirse angustiados, con incertidumbre o temerosos, deben entender que es algo normal. No obstante, cuando vayan a hablar de ello con los niños, es necesario evitar que esos sentimientos o sensaciones se noten. La recomendación final es que, si están nerviosos o inseguros, es mejor posponer ese regreso a clases: la mejor decisión para toda la familia.