Vigilancia tecnológica en la porcicultura

La vigilancia tecnológica (VT) es una estrategia que permite conocer y analizar, de manera integral, la información de las bases de datos especializadas, los desarrollos y los avances tecnológicos de los centros de investigación y de los proveedores respecto a los equipos, los insumos, las materias primas, las tendencias, entre otros aspectos del mundo digital y virtual. Gracias a la VT, las principales tendencias en tecnología pueden hacer más competitivo un sector respecto a los desarrollos globales.

Luz Indira Sotelo, profesora de la Escuela Internacional de Ciencias Económicas y Administrativas, y Fallon Alejandra Jiménez, gerente de Programas y Proyectos Corporativos de Unisabana HUB, redactaron un artículo de divulgación en la revista Porkcolombia, titulado Vigilancia tecnológica en la posproducción de carne de cerdo, una visión de futuro. En este se expone una estrategia aplicada al sector porcicultor, para encontrar herramientas dirigidas a adicionar valor en la carne de cerdo que se produce en Colombia.

El texto revela cómo en 2020, gracias a la VT, se encontraron cerca de 22.000 patentes relacionadas con la posproducción de la carne de cerdo, un indicador de que la VT permite identificar las características del sector y aclara cómo responder ante este. Según la profesora Sotelo, “Las decisiones sobre inversión tecnológica pueden anticiparse a los cambios del entorno, tratando de minimizar los riesgos. Así, se identifican las oportunidades y las amenazas, tanto para diversificar los productos con un valor agregado de consumo nacional, como también para impactar favorablemente en algunos países consumidores de carne de cerdo, como China, Vietnam, Brasil, Rusia, entre otros”.

El ejercicio de VT y su importancia radican también en la versatilidad de la carne de cerdo, sus preparaciones, el impacto nutricional y los métodos de conservación. Estos aspectos se extienden al espectro en el cual se maneja la producción y, en general, al sector porcicultor colombiano. Por ello, estar a la vanguardia de las tendencias del mercado permite identificar relaciones y entender el papel que cumplen, de manera integral, los consumidores y la tecnología frente a las características de la carne de cerdo, como su vida útil y el impacto nutricional.

“La relación entre estos aspectos está moderada por el tipo de procesos físicos, químicos o mixtos que se apliquen sobre la carne de cerdo para darle valor agregado. Así, cualquier decisión sobre el procesamiento influye en el tipo de tecnología que se implemente, el producto, su calidad nutricional, su conservación y vida útil. De esta forma, estos aspectos determinan las características de la carne de cerdo con un valor agregado: cuál es el tipo de consumidor en mercados locales y globales”, explica la profesora Luz Indira al equipo de Campus.

 

Aunque no son tan comunes, existen otras categorías del producto que han surgido gracias a la versatilidad de la carne de cerdo. La profesora precisa esta apreciación: “Siempre se ha conocido que del faenado del cerdo todo se aprovecha y, en la cultura gastronómica colombiana, tenemos ejemplos de productos elaborados a partir de subproductos, como el queso de cabeza y las morcillas. En general, los productos provenientes de subproductos se han considerado nutricionalmente una buena fuente de hierro, de precios asequibles en diferentes contextos”. Otras categorías del producto que se han encontrado han sido la harina o el polvo de carne de cerdo, y los productos a base de carne picada o emulsionada.

No obstante, más que estar en una tendencia con las tecnologías y con avances que el sector exige, la VT también permite una visión para el futuro, que permitirá estar alerta a los cambios del entorno e identificar a tiempo las interconexiones entre organizaciones, centros e investigación, además de oportunidades de colaboración e innovación en el proceso de posproducción de la carne de cerdo en nuestro país. Así, se evidencia cómo la VT resulta ser un ejercicio interdisciplinar, que genera un valor y un análisis de corte comercial, económico, gastronómico, nutricional, cultural e, incluso, ambiental.