¿Qué nos ha dejado la pandemia?

Por Luisa Fernanda Sánchez, estudiante de la Especialización en Gerencia Estratégica del Instituto Forum y directora nacional de Atención Complementaria en la EPS Sanitas.

Desde su inicio en China, la noticia de un virus desconocido se divulgó rápidamente por todos los canales de comunicación y en cada uno de los países en donde se reportaban nuevos casos, hasta ser declarada oficialmente una pandemia.

Y aunque nos encontramos en una sociedad que se considera avanzada, observamos cómo cada país y cada región la asumía y la manejaba de forma diferente, afectándonos a todos por igual.

En el sector de la prestación de servicios de salud, nos preparamos con el simulacro de la cuarentena divulgado por la Alcaldía de Bogotá e iniciamos todas las actividades para proteger a nuestros afiliados, sus familias y nuestros colaboradores, con gran incertidumbre sobre el tiempo que vendría por delante.

Este nuevo virus causó caos en nuestra sociedad, temor y ansiedad, e implicó grandes cambios. De un día para otro, entramos en cuarentena total y debimos enviar a todos los profesionales de salud a sus casas y mantener la prestación de los servicios ambulatorios a distancia, incrementar la capacidad de atención de nuestras unidades de urgencias, realizar apertura de centros covid, contratar de forma masiva profesionales de salud y equipos terapéuticos, adecuar las instalaciones, comprar y distribuir de forma masiva elementos de protección en medio de un desabastecimiento general, acompañar a nuestros profesionales en el cambio que implicaba el uso de tantos elementos de protección, nuevas medidas de aislamiento y el soporte psicológico que esto requería para mitigar el impacto en medio de tantos cambios, cancelar cirugías programadas y ampliar nuestra capacidad de camas de UCI por las complicaciones relacionadas con el virus.

Tenemos, como personas, como familias y como equipos de trabajo, una capacidad infinita para adaptarnos y asumir nuevos retos, con el fin de mantener, innovar y generar un nuevo modelo de atención en salud, en medio del transcurrir de una pandemia.

La pandemia nos llevó a realizar ajustes en muy corto tiempo, en procesos que durante años veníamos intentando implementar, como: la consulta no presencial; los retos de tecnología y de adaptación de nuestros profesionales y usuarios, sobre todo de la población mayor; las dificultades de acceso a tecnología de última generación o las zonas rurales de baja cobertura de internet para acceder a servicios de salud.

Esta nueva realidad nos enfrentó a nuestros peores temores y nos trajo grandes dificultades, pero también nos llevó a retarnos, a sacar lo mejor de nosotros como personas. El aislamiento, el teletrabajo y las necesidades de articulación con esa prestación de cada día, que no se detuvo y que se debía complementar de forma presencial y ahora no presencial, nos obligaron a trabajar y a esforzarnos cada día más, y nos demostraron que tenemos, como personas, como familias y como equipos de trabajo, una capacidad infinita para adaptarnos y para asumir nuevos retos, con el fin de mantener, innovar y generar un nuevo modelo de atención en salud, en medio del transcurrir de una pandemia.

El estar cursando la Especialización en Gerencia Estratégica aportó a mi formación destrezas y herramientas adquiridas que pude compartir con mis equipos de trabajo, ayudándonos a enfrentar de forma diferente todos los cambios de cada día.

La pandemia nos ha afectado a todos en diferente medida, y es que no solo prestamos servicios de salud sino que, como sociedad, nos hemos afectado económicamente en diferente medida, nos convertimos en pacientes al ser diagnosticados con el virus, al perder seres queridos y cercanos. Hemos recorrido un largo camino en el cual algunas personas cada vez sentimos más respeto por esta enfermedad y, algunos otros, cansados de las implicaciones, solo le fueron restando importancia a las medidas requeridas para evitar su avance. Hoy, esas medidas tienen igual o mayor importancia, mientras esperamos la vacuna, una dosis de refuerzo y poder volver a una nueva normalidad.

Por eso, debemos mantenernos fuertes y unidos en la distancia, aunque suene contrario, pero con la certeza de que contamos con una gran capacidad de adaptación, resiliencia y empatía para resistir y para superar nuestros miedos y limitaciones, en esta nueva etapa que hoy aprendemos a vivir.