Noticias falsas sobre COVID-19 en Iberoamérica

La pandemia por el COVID-19 ha propiciado en todo el mundo la generación y la propagación de noticias falsas, debido al interés que ha promovido la coyuntura actual. Según un estudio de Alliance for Science de la Universidad de Cornell (Estados Unidos), se han compartido más de un millón de noticias falsas en inglés en medios tradicionales. Además, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha comenzado a utilizar el término “infodemia” para referirse a la sobreabundancia de contenidos, muchos de ellos con información errónea.

Teniendo en cuenta la problemática, han aumentado los contenidos falsos y el riesgo que esto implica para la sociedad. Liliana Gutiérrez Coba, profesora de la Facultad de Comunicación, junto con colegas de la Universidad Minuto de Dios y la Universidad de Ibagué, decidieron investigar el fenómeno en seis países: España, Argentina, Perú, Bolivia, Ecuador y Colombia. Los resultados de la investigación fueron publicados recientemente en un artículo en la Revista Latina de Comunicación Social.

“En total, analizamos 371 bulos (noticias falsas) que recopilamos a través de los servicios de verificadores de información en cada uno de los países. Los hallazgos permiten evidenciar que, aunque cada país tiene dinámicas propias o locales de información y desinformación, hay ciertos contenidos que traspasaron las fronteras y se compartieron en los países objeto de análisis”, aseguró la profesora Gutiérrez.

De acuerdo con la investigación, las noticias o los contenidos de impacto general, como los tratamientos médicos y las curas para mitigar el virus, se difundieron con mayor facilidad en los seis países. “De las 371 noticias, 100 de ellas se difundieron por los seis países casi sin modificación, especialmente aquellas relacionadas con temáticas como productos y alimentos que supuestamente eliminaban el virus como el dióxido de cloro. También se compartieron contenidos que alimentaban la idea de que el virus se expandía debido a la antenas 5G u otras historias conspirativas”, dijo la investigadora.

Según un estudio revelado por la Agencia EFE, Facebook es la red social que más recopila información de sus usuarios y, además, es la que más se utiliza para difundir contenidos falsos, según la investigación de la profesora Gutiérrez, quien agregó que “El formato más utilizado por los creadores de estos contenidos es el texto acompañado de las imágenes, mientras que la temática más recurrente en la muestra de 371 bulos analizados son los ataques de tipo político o ideológico, con la intención principal de desprestigiar o, a veces, de avalar la gestión de gobiernos o políticos frente a la pandemia, inventando acciones concretas o declaraciones falsas de estos personajes”. WhatsApp se ubica en el segundo lugar, como la plataforma en la que más se comparten contenidos sin verificar.

Las supuestas curas o los tratamientos falsos se mantuvieron como la segunda temática más tratada y con mayor facilidad de que fuera compartida por las personas. ¿Por qué? “Todos tenemos la esperanza de protegernos de alguna manera del virus y por eso estos contenidos tienen tanto impacto. Los creadores generalmente atienden a dos intenciones claras: una ideológica, relacionada con defender o atacar posturas políticas, y una económica, encaminada a generar clics para obtener ganancias o para vender productos ofrecidos como curas milagrosas, que no cuentan con las revisiones y los avales de las autoridades sanitarias”.

En marzo de 2020, Facebook informó en un comunicado una estrategia para mitigar la propagación de noticias falsas, con la vinculación de verificadores de información. Según el texto, una vez comprobada la falsedad de una publicación, se reduce su distribución y se advierte al usuario al respecto. Sin embargo, el llamado de la investigadora es a dudar de toda información que parezca demasiado inusual o espectacular, y a contrastar con otros medios de comunicación o con servicios de fact checking para comprobar la veracidad de los datos.