S e calcula que una mujer puede producir más de 65 kg de basura al año en toallas higiénicas, siendo consideradas uno de los productos más contaminantes del mundo. De hecho, una toalla higiénica puede demorar entre 500 y 800 años en degradarse. Pero, además del nocivo impacto ambiental, la problemática social y de salubridad para algunas mujeres también es elevada. Cada año, las mujeres de la cárcel El Buen Pastor reciben únicamente tres kits con 10 toallas higiénicas, un jabón de baño, un sobre de desodorante y un rollo de papel higiénico.

Luego de identificar este extendido problema social y buscando un efecto favorable en el ambiente y en la sociedad con la fabricación y comercialización de toallas higiénicas, Paula Ximena Triana, María Paula Ballesteros, Laura Sofía Rodríguez, Juan Daniel Herrera y Juan Pablo Barco (todos estudiantes de la Escuela Internacional de Ciencias Económicas y Administrativas) crearon Banufem, un proyecto cuyo objetivo consiste en “Reducir el uso del plástico y de los componentes contaminantes en los productos de higiene íntima femenina, y garantizarles a las mujeres privadas de la libertad el derecho al acceso a estos productos de manera periódica”, sostienen.

Durante la investigación para consolidar el proyecto, los estudiantes buscaron materiales alternativos para reemplazar el plástico y el algodón de las toallas higiénicas convencionales. Así, concluyeron que usar la fibra del tallo del árbol de banano era la mejor opción.

“Banufem pretende donar toallas higiénicas a las mujeres recluidas en la cárcel El Buen Pastor, una vez se consigan las ventas suficientes en el mercado regular. Las donaciones dependerán de la fabricación y comercialización de los kits de toallas higiénicas y de protectores diarios biodegradables, fabricados a partir de la fibra del árbol de banano”, explican los estudiantes.

Los motivos para elegir la fibra del árbol de banano en este proceso se deben a su capacidad de absorción, ya que, de esta manera, puede reemplazar fácilmente al algodón. Con las toallas higiénicas de Banufem se garantiza su sostenimiento, tanto por el material como porque su degradación tarda tan solo seis meses.

Banufem pretende donar toallas higiénicas a las mujeres recluidas en la cárcel El Buen Pastor, una vez se consigan las ventas suficientes en el mercado regular

“Este proyecto busca concientizar y educar a las personas acerca de las desigualdades que sufren las mujeres en reclusión, y devolverles su dignidad. Asimismo, buscamos fomentar un consumo consciente y responsable”, cuentan los estudiantes al equipo de Campus.

Aunque el proyecto se retrasó debido a la pandemia, este ya obtuvo un logro destacado: ganar la X “Semana de Innovación y Emprendimiento”, compitiendo frente a otras ideas y proyectos de estudiantes de distintos programas. Así, se destaca el benéfico efecto social y ambiental de Banufem, además de su ayuda a una comunidad olvidada.