Los retos de un director escolar con poca experiencia

Dos investigaciones de la Facultad de Educación determinaron cuáles son las principales necesidades y problemáticas que enfrenta un director escolar novel -aquel que no tiene más de tres años de experiencia- al dirigir una institución educativa en el país. Para ambos estudios, fueron entrevistados 37 directores del sector público y privado.

Durante la investigación Los retos del director escolar novel: formación inicial y liderazgo, uno de los desafíos más relevantes señalados por los directivos fue la administración de los recursos de las instituciones educativas, especialmente el manejo de los recursos públicos de las instituciones estatales y la consecución de recursos en el sector privado.

“En primer lugar, esto se debe a que el perfil de los rectores seleccionados proviene del ámbito educativo y pedagógico (la gran mayoría de rectores procede de las licenciaturas y las maestrías en educación). Por eso, no han recibido formación específica como directivos en el plano administrativo y, en particular, en la gestión de los recursos financieros, humanos y de tiempo. Por otro lado, cuando los rectores llegan a las instituciones, cuentan con un equipo que los apoya en el ámbito pedagógico, pero no con un equipo administrativo. También, para obtener uno en el sector público, se necesita cumplir con unos requisitos; por ejemplo, un número determinado de estudiantes”, señaló la doctora Luz Yolanda Sandoval, una de las líderes de la investigación y profesora del Doctorado en Educación.

Durante la investigación Los retos del director escolar novel: formación inicial y liderazgo, uno de los desafíos más relevantes señalados por los directivos fue la administración de los recursos de las instituciones educativas.

Además, el manejo financiero representa una tensión permanente porque la asignación presupuestal no coincide con las necesidades reales de las instituciones y con los proyectos que los profesores quieren innovar. “La contratación con los recursos públicos se considera compleja, minuciosa, y produce temor. Ellos consideran que la capacitación recibida en los programas de inducción o el ‘voz a voz’ de los rectores no es suficiente, con lo cual tratan de solventar los problemas y la falta de formación técnica y ética”, aseguró la profesora Sandoval.
 

Incertidumbre en el manejo del comportamiento de los estudiantes y la desconexión con las familias

El clima escolar se vio afectado por las fricciones entre los estudiantes y las problemáticas familiares (violencia doméstica, falta de afecto o la ausencia de modelos adecuados). Estos desencadenaban reacciones de apatía o agresión, especialmente en colegios públicos.

Relaciones frágiles con los docentes

Muchos directores nóveles fueron percibidos como inexpertos o carentes de conocimientos para liderar la escuela. Además, muchos profesores presentaron resistencia al cambio.

Ambiente de desconfianza

Comenzó a establecerse una transición en la imagen del director como una fuente de apoyo y de solución a los problemas. En algunos casos, era visto como un adversario.

El relacionamiento con sus comunidades

Los directores nóveles necesitan articular sus acciones con la forma de pensar y creer de las comunidades, pues, en algunos casos, eran retratados como apáticos o con poca voluntad para involucrarse.

 

“Una de las grandes conclusiones de esta investigación es que las universidades deben proponer programas que respondan a las necesidades de estos nuevos rectores. Además, dentro de muy poco, estaremos atravesando por un cambio generacional y el país necesita directrices concretas para los directivos docentes”, afirmó la profesora Pineda.

Pese a que la investigación señala que Colombia cuenta con 24 programas de posgrado con énfasis en la educación, solo dos de ellos están específicamente dirigidos a la capacitación práctica de gerentes y directores de escuelas y universidades. Además, hoy no existen programas de pregrado dirigidos a la dirección de instituciones educativas.

“Se necesita estimular la formación específica para el desempeño de los directivos escolares, con comprensiones y explicaciones más completas e integradoras. El estudio se centra en que debe fortalecerse un liderazgo escolar que contemple la realidad sistémica de las personas, las instituciones educativas y la sociedad”, concluyó la profesora Sandoval.