Por Anamaría Monroy, gestora de comunicación.

Con la pandemia, sin duda, la vida cambió para todos. Un día, nos despedimos del campus sin pensar cuándo podríamos volver. El 9 de septiembre de 2020 llegó ese día para todos aquellos que su encuesta de vulnerabilidad y la App UniSabana los habilitaron para entrar.

Días antes, el campus se preparó para la llegada de profesores y estudiantes, quienes, a pesar de la pandemia, iniciaron en una nueva normalidad sus clases con la posibilidad de tener alternancia entre lo presencial y lo remoto. Por lo cual, se instalaron puntos de desinfección, cámaras y micrófonos, se ¡Regresamos al campus!  2 habilitaron aulas y se dispusieron mesas para el consumo de alimentos y bebidas.

Los decanos, profesores y algunos administrativos, ahora con tapabocas y diferentes medidas de bioseguridad, visitaron la Universidad y descubrieron cómo sería por ahora la vida universitaria. El doctor Juan Fernando Córdoba, decano de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas, después de volver a la Universidad, la cual no visitaba desde hace cinco meses, recordó la primera vez que pisó el campus después de la inundación. Sin duda, evocando que los dos regresos han sido la oportunidad de nuevos comienzos.

Así iniciamos el día

Ruby Valencia, “monis” de Ad Portas, se levantó como todos los días a las cuatro de la mañana, se alistó, se subió en su bicicleta y se encaminó con dirección al kilómetro 7 de la Autopista Norte. Al llegar al campus, abrió los salones y, por primera vez, en más de cinco meses, los preparó para recibir estudiantes. Hablando con ella, comenta que “Ha sido muy emotivo volver a nuestra Universidad, daba tristeza verla sola, porque lo que más esperábamos era este día, el regreso de todos nuestros estudiantes”. 

 La mañana fría y la fila para la toma de temperatura, la lectura de QR y la aprobación de ingreso fue lo primero que pudo ver el profesor Cristian Penagos, de la Facultad de Ingeniería, en su retorno a las clases presenciales.

 

 

Sin duda, algo que tampoco se podrá olvidar es el agua helada que salía de los lavamanos dispuestos para el procedimiento de desinfección de manos, último requisito que habilita el ingreso.

Para los más madrugadores algunos medios de comunicación del país los sorprendieron con una entrevista y, los noticieros, titularon: Arrancan clases en la U de La Sabana o Universitarios y modelo de alternancia. Durante toda la jornada, una pantalla con música y con recomendaciones de seguridad permitió a los visitantes tener muy presente no quitarse el tapabocas, hacer un lavado de manos constante y mantener el distanciamiento físico.

Clases remotas y presenciales: nuestra nueva normalidad

 

Al caminar por Ad Portas, el G, el A, el K y cada uno de los edificios que conforman el campus, poco a poco se ve regresar ese espíritu universitario; por supuesto, manteniendo el distanciamiento físico, comiendo separados por un vidrio y aprendiendo a leer expresiones por las formas de los ojos. Los estudiantes, entre sus clases remotas o presenciales, se ubican en los espacios de estudio y al aire libre, donde, y como hay cosas que no cambian, el aire frío azota a los más desprevenidos.

Los profesores ingresan a sus clases y preparan ahora su Teams y su control para mantener la interacción remota, mientras, al tiempo, hablan con los estudiantes que los pueden escuchar desde casa o presentes en el salón de clases. La doctora Ana María García, profesora

de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas, practicaba cómo podía garantizar un mejor sonido y, en su clase de Bienes, había una animada charla para hacer una presentación entre los estudiantes en el aula y en sus hogares.

Sebastián Estrada, estudiante de Administración de Empresas, regresó con alegría a su Universidad; en medio de risas comenta que extrañaba el aire fresco y que por fin conoció en persona a su profesor. Por su parte, Ana Sofía Amata, del programa de Psicología, expresó: “Me siento muy feliz por la vuelta a clases, pues puedo ver a otros estudiantes. Realmente, estar aquí me hace sentir segura y todo ha sido muy fácil: el ingreso, el parqueadero y las aulas, donde puedes disfrutar de la clase si el profesor esta físicamente o si se conecta desde su casa”.

Es momento de reinventarse

Los QR para los restaurantes, el pago sin contacto y hasta domicilios dentro del campus son algunas de las alternativas con las cuales la Universidad brinda un completo servicio de alimentos, siendo este un ejemplo de reinvención.

Juan Fernando Martínez, estudiante de Ingeniería informática, fue uno de los primeros comensales que recibió el Mesón de La Sabana en esta reapertura. Mientras recogía su hamburguesa, plato del día, le preguntamos cómo se sentía y su respuesta fue: nostálgico. Después de muchos meses volvía a sentarse en un restaurante de la Universidad y, pese a que no tenía compañía, aseguró que extrañaba no solo a La Sabana y sus instalaciones, sino también sus clases presenciales. La Universidad abrió de nuevo sus puertas en jornada continua. La preparación y atención al detalle son los valores que han guiado este nuevo comienzo. La Sabana se alistó este semestre para que todos los estudiantes, sin

importar su ubicación geográfica, vivan una experiencia transformadora. En el campus, con medidas de bioseguridad, preparación tecnológica, nuevos servicios y, por supuesto, con un plan de contingencia ante cualquier nuevo giro que tome la pandemia; pero, también, desde casa, donde los estudiantes podrán seguir aprendiendo, creciendo y proyectándose como los profesionales del mañana preparados para la flexibilidad y la solución de problemas reales. Sin duda, este regreso a clases simboliza una vez más porqué ¡Ser Sabana vale la pena!.

La Universidad abrió de nuevo sus puertas en jornada continua. La preparación y atención al detalle son los valores que han guiado este nuevo comienzo.