Cada vez son más las noticias que reportan el aumento de embarazos adolescentes durante el confinamiento, a las cuales se suma la alerta realizada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en abril de este año en la que afirmaba que, por causa del confinamiento en el mundo, se reportarían 7 millones de embarazos no esperados. Ante esta situación, Brenda Rocha, médica y directora de Profesores e Investigación del Instituto de La Familia, presenta las siguientes recomendaciones para la educación sexual y afectiva de los adolescentes.

“Para guiarlos, es fundamental conocerlos”, afirma la profesora Rocha; por eso, es pertinente aprender.

¿Qué sucede en la pubertad?

Durante el desarrollo se presentan cambios biológicos, psicológicos y sociales. Los cambios corporales son notorios a causa del desarrollo hormonal y, además, los procesos que responden al desarrollo cognitivo y emocional presentan cambios en el comportamiento, dado que algunas regiones del cerebro se desarrollan más temprano que otras. Las primeras se encuentran relacionadas con las respuestas instintivas: impulsividad, reactividad psicológica y fluctuaciones anímicas, entre otras. Mientras que las áreas encargadas del razonamiento se desarrollan más tarde, como por ejemplo las funciones ejecutivas que implican actividades mentales complejas necesarias para planificar, organizar, guiar, revisar, regularizar y evaluar el comportamiento necesario para adaptarse eficazmente al entorno y alcanzar metas.

¿Cómo actuar ante estos cambios?

El amor de padres constituye el elemento primordial para acompañar y hacer de este momento de vida una oportunidad de seguir afianzado los vínculos con sus hijos. La comprensión y el interés por lo que es importante para el adolescente, la comunicación activa, así como la atención y el control parental permanentes, aunque parezca que ellos no los quieren, son aspectos imprescindibles que se necesitan y se requieren por parte de los padres.

¿Cómo comportarse frente a la rebeldía?

Es preciso aclarar que no todos los adolescentes manifiestan comportamientos de rebeldía, la oposición o el cuestionamiento frente a las opiniones, los límites y las normas de los adultos es constante en sus actuaciones, ya que, de este modo y de manera implícita, reafirman el deseo de mayor autonomía e independencia.

¿Cómo hablar sobre sexualidad con los adolescentes?

En esta etapa, los padres deben generar mayores aproximaciones frente al tema. Los cambios a nivel corporal requieren de un acompañamiento que permita facilitar la aceptación y la adaptación. La confianza será fundamental para el abordaje de preguntas y respuestas.

Algunas orientaciones para los padres:

  • Recuerda indagar siempre antes de emitir respuestas apresuradas sobre lo que el adolescente sabe o comprende ante determinadas inquietudes.
  • Brinda información sincera, honesta y propia para cada una de las etapas de desarrollo.
  • Evita parecer incómodo con respecto a temas alusivos a la sexualidad, por el contrario, asúmelos con naturalidad y transmite a tu hijo la seguridad e intimidad que busca.
  • El inicio de la atracción y el gusto por el sexo opuesto puede ser para el adolescente algo que quiera mantener en secreto o no divulgar. Al enterarte, sé prudente. Si te comparte esta situación, valida el gesto de la confianza; si lo sabes por otro medio, muéstrate interesado, evita cuestionarlo y reafírmale el amor que le tienes.
  • Aborda el tema del noviazgo en consideración a aspectos tales como el respeto, el sentido del amor y el proyecto de vida, entre otros.

¿Ser padre o amigo de mi hijo adolescente?

Es conveniente conservar la figura que se tiene de amor, respeto y autoridad en las relaciones con los hijos. El propósito de empatizar con los hijos desde una figura de relación diferente a la de ser padres puede generar confusión en ellos frente a la noción de autoridad. Al amigo se le percibe como un par, existe complicidad y el nivel de experiencia puede ser el mismo frente a nuevas situaciones. En cambio, el padre, sin perder su sana autoridad, puede acompañar al hijo en la toma de decisiones, facilitarle el escenario para que evalúe posibilidades y reflexione sobre las conductas de riesgo a las cuales está expuesto.