La leche materna es el alimento principal y exclusivo de un bebé en los primeros seis meses de vida. A partir del sexto mes, debe ser complementada con alimentos hasta los 2 años. Si bien la lactancia materna ofrece múltiples beneficios para la madre y su hijo, es común encontrar algunos mitos que pueden generar algunas dudas.

Frente a esto, el doctor Sergio Agudelo, pediatra y neonatólogo, profesor de la Facultad de Medicina, señala algunos mitos existentes y cuál es la realidad sobre cada uno de ellos:

Mito 1: Si la madre está enferma, no debe ofrecer la leche materna a su hijo y si lo está haciendo no debe tomar ningún medicamento.

Realidad: No todos los medicamentos contraindican la lactancia, ni tampoco la madre se puede automedicar en la lactancia. Si es necesario el medicamento, es recomendable consultar a un médico y definir cuál sería la forma más oportuna.

Mito 2: Cuando la madre está enferma, con gripa, resfriado o tos, no debe alimentar con leche materna a su hijo.

Realidad: Si se puede hacer, siempre y cuando la madre tenga en cuenta todas las medidas de higiene respiratoria, lavado de manos y el uso de tapabocas. Igualmente, si es otro tipo de infección es bueno asistir al médico.

Mito 3: El calostro o la leche que produce la madre durante la primera semana después del nacimiento se debe desechar, ya que ha durado mucho tiempo almacenada.

Realidad:El calostro nunca se debe desechar, hay que tener en cuenta que la primera alimentación para un recién nacido es la más importante en cuanto a su salud. Esta leche ayudará a defender al bebé de muchas infecciones que son prevalentes en esta etapa y su color es amarillo porque contiene betacarotenos, que es una sustancia rica en vitaminas, proteínas y altamente nutritiva.

Mito 4: La alimentación se debe complementar en los primeros seis meses con algún tipo de líquidos u otros alimentos.

Realidad: La leche materna aporta el líquido necesario y los nutrientes suficientes y adecuados para el crecimiento del bebé durante los primeros seis meses. A partir del sexto mes, siempre se debe complementar (introducción de alimentos) con recomendación del médico.

Adicionalmente, el doctor Agudelo señala que es recomendable iniciar la lactancia de forma temprana, idealmente en el momento del nacimiento o 1 hora después del parto. Además, explica cuáles son las principales ventajas que tiene esta práctica:

Para el bebé

  • A corto plazo: mejora el patrón de colonización por parte de bacterias benéficas, fortalece el vínculo con la madre y disminuye la presencia de ciertas enfermedades en el primer mes, como hipoglicemia, hipotermia o infecciones bacterianas.

  • A mediano plazo: recibe anticuerpos y ofrece una protección contra infecciones prevalentes en el primer año de vida, como diarrea, neumonía o infecciones respiratorias.

  • A largo plazo: Mejora el neurodesarrollo y reduce el riesgo de enfermedades crónicas no transmisibles, como hipertensión, diabetes, obesidad, entre otras.

Para la madre

  • Mejora el vínculo con su bebé, de forma que se disminuya el riesgo de depresión posparto. A mediano plazo le ayuda a recuperar el peso pregestacional de una manera más rápida y, a largo plazo, reduce el riesgo de cáncer de ovario y seno.