¿Podemos hablar griego clásico y latín hoy en día?

La respuesta a esta pregunta hasta hace unas décadas era negativa, pues el griego clásico y el latín han sido consideradas tradicionalmente lenguas muertas. Esta concepción, basada en la ausencia de hablantes nativos, no tiene en cuenta que el propósito primordial de las lenguas es la comunicación. Así, dichas lenguas siguen vivas de muchas maneras:

  • Aún seguimos encontrando nuevos escritos en esas lenguas, enterrados en las zonas desérticas de Egipto principalmente y recuperados de los fondos antiguos de las bibliotecas.
  • El estudio de los textos antiguos y nuevos siguen aportando datos, información, ideas, interpretaciones y conocimiento que enriquecen nuestro entendimiento del mundo antiguo y de su influencia en épocas posteriores.
  • El Nuevo Testamento está escrito en Koiné (griego de la época helenística), por lo que su estudio es fundamental para la compresión de la fe cristiana. También es la lengua de la liturgia ortodoxa.
  • El Koine y el latín fueron las lenguas de los padres de la Iglesia (los primeros escritores eclesiásticos cristianos). Además, el latín es la lengua oficial del Vaticano y en él son escritas, por ejemplo, las encíclicas papales.
  • Muchísimos escritores desde la Edad Media hasta nuestros días han encontrado en dichas lenguas el vehículo ideal para la transmisión de sus ideas.
  • Las lenguas clásicas son enseñadas en los cinco continentes en las carreras de filología clásica, y como parte fundamental de las carreras de filosofía y teología.

A pesar de su pervivencia a lo largo de los siglos, su enseñanza, que había sido enfocada en la transmisión del conocimiento durante la Edad Media y el Renacimiento, se fue estancando paulatinamente hasta enfocarse únicamente en el estudio, interpretación y traducción de textos antiguos.

De ahí que, hasta la publicación de la serie Lingua Latina per se illustrata (1955) del danés Hans Henning Ørberg, el griego y el latín se enseñaba casi exclusivamente por medio de tablas de declinación y conjugación y de frases sueltas, para pasar luego al estudio de textos adaptados y de autores. La gran contribución de este manual fue la de adaptar el método directo a la enseñanza del latín, un método que permite el uso activo de la lengua por los estudiantes y el profesor, quien en la clase asocia el texto y las imágenes que lo acompañan con demostraciones y mímicas que ayudan a explicar el nuevo vocabulario y las reglas gramaticales.

Este método ha inspirado a otros tantos profesores que han reconocido sus beneficios y que lo han implementado en sus propios manuales. Un ejemplo de ellos es el manual Athenaze: An intoduction to ancient Greek (Oxford, 1990), que sigue el mismo principio para la enseñanza del griego antiguo.

La enseñanza de las lenguas clásicas por medio de este modelo sigue ganando adeptos alrededor del mundo. Una muestra de ello fue el congreso internacional “Cursores lampada tradunt: in occasione dei cent'anni dalla nascita di Hans H. Ørberg” (“Los corredores entregan la antorcha: con motivo de los cien años del nacimiento de Hans H. Ørberg”), celebrado de manera virtual el 21 de abril del 2020. El evento académico contó con la participación de académicos, profesores y estudiantes de más de 15 países que mostraron las ventajas didácticas del método y compartieron las experiencias de su aplicación. La Universidad de La Sabana estuvo representada por el doctor Ronald Forero, profesor de la Facultad de Filosofía y Ciencias Humanas.

“En nuestra intervención -De methodo Orbergiana in Universitate Studiorum Sabanensi adhibenda [Sobre la aplicación del método Orbegiano en la Universidad de La Sabana]-, mostramos cómo complementamos desde este año el libro del profesor Ørberg con material propio y páginas de internet para que los estudiantes puedan usar el latín para presentarse a sí mismos y a una tercera persona, entre otro tipo de información básica”, afirma el profesor.

La contribución radica en la preparación del material complementario de acuerdo con los niveles A1 y A2 del Marco Común Europeo de Referencia para las lenguas (MCER). “Lo cual permite a los estudiantes, por una parte, aprender la gramática de una manera más “natural”, gracias al Lingua Latina; por otra, empezar con la comunicación oral de manera gradual, lo que les permite en definitiva aprender de manera más sencilla, amena y eficiente las lenguas antiguas, sin dejar a un lado el objetivo principal que es el de la lectura de textos filosóficos. También es importante mencionar que este modelo lo estamos implementando para la enseñanza del griego clásico”, agrega el docente.

Los estudiantes de Filosofía coinciden en que las estrategias implementadas facilitan el aprendizaje de estas lenguas, pero para ellos lo más importante es que de esta manera se le da un sentido integral al aprendizaje. “Cuando uno dice que está aprendiendo latín o griego, la respuesta inmediata es –¿y eso para qué sirve?– y eso hasta uno mismo lo llega a pensar, pero una vez lo aprendes en este contexto, te das cuenta cómo sirve para entender tu propia lengua materna y reforzar tus habilidades académicas”, afirma Ángela Sánchez, estudiante de Latín II de la Universidad de La Sabana.

Si estás interesado en aprender nociones básicas de lenguas clásicas, visita el canal de streaming de la asignatura en el siguiente enlace : https://web.microsoftstream.com/channel/3cb24e46-6b4e-4353-af3e-5bf46c00a80c