Bogotá Misqua y Adopta un Servicio Público, emprendimientos de solidaridad en la pandemia

Daniel Higuera, graduado del programa de Derecho en 2017, se unió con otros tres profesionales para concretar una iniciativa que busca ayudar a las familias más necesitadas, en esta época de crisis. A la fecha, son 15 voluntarios, entre profesionales y universitarios, quienes trabajan en la red con cuatro iniciativas distribuidas en diferentes zonas de Bogotá, como Ciudad Bolívar, Cazucá y El Codito. Misión INALDE y la Universidad de La Sabana también conforman este gran proyecto como donantes.

Son 200 familias las que están en comunicación con Bogotá Misqua, una iniciativa que surge como una red de trabajo cuya prioridad consiste en enfrentar la crisis alimentaria, pero también abierta para otro tipo de servicios o de bienes que las personas puedan aportar.

Bogotá Misqua creó un proceso logístico durante el COVID-19. Este consiste en establecer una comunicación con el líder de la zona para entender los problemas. Luego, se garantiza la veracidad de la información. Una vez esté clara la solicitud, se busca el aliado de la red que pueda suplir esa necesidad y, finalmente, transportar la ayuda entre los voluntarios o los aliados que prestan el servicio. Así se logra una red de ayuda.

Por su parte, Adopte un Servicio Público es una iniciativa de Oswaldo Medrano, graduado del programa de Administración de Empresas en 1999. Junto con otros emprendedores, crearon una plataforma tecnológica colaborativa en la que familias sin recursos solicitan ayuda para cubrir las facturas de los servicios públicos, y las relacionan con quienes están dispuestos a apoyarlas con el pago de estas.

Hoy, más de 500 facturas han sido adoptadas por más de 50 millones de pesos. Oswaldo comenta que el propósito en el futuro consiste en que la plataforma funcione de forma permanente, para que las familias tengan un vehículo de apoyo y puedan conseguir ayudas directas.

Precisamente, el grupo de solidaridad de la Universidad motivó a Daniel para idear este tipo de iniciativas. Él cuenta que fue el inicio de un camino lleno de experiencias “espectaculares e impactantes”, que le permitieron reconocer al otro.

Ambos graduados destacan la formación personal y profesional que les aportó La Sabana. Hoy, con esa formación, cuentan con la capacidad y la disposición para ayudar a muchas personas necesitadas y, gracias a estos emprendimientos sociales, alivian un poco los problemas causados por la pandemia que afecta al país.