Las rutinas han cambiado y, de manera abrupta, se han implementado nuevos estilos de vida, a los cuales la sociedad se ha adaptado poco a poco. Sin embargo, esa transformación también la están viviendo otros integrantes de la familia, aquellos que hablan con gestos y son los amigos fieles: las mascotas.

Lula, Matías, Hanna, Charlie, Nala y cientos de mascotas están extrañadas en un entorno que nunca habían conocido.

Las largas horas de espera en la ventana, encima del sofá o merodeando por la casa en un ambiente de soledad se han acabado, y ahora se acostumbran a un nuevo espacio, rodeado 24 horas por sus amos y por todos los integrantes de la familia.

Estar en cuarentena ha provocado que los animales sientan cambios en su estilo de vida, los cuales deben manejarse de manera adecuada para que se minimice el impacto sobre los animalitos. Francisco Paz, profesor de Bienestar Universitario y dueño de la fundación Amigos de 4 patas, explica que “Es importante que los dueños implementen nuevas rutinas para que el animal se adapte a su nuevo entorno”.

Rutina: establecer horarios para todas las actividades previstas, así como dedicar un espacio exclusivo para el cuidado de las mascotas. El encierro ha provocado que ahora el tiempo máximo para dar paseos sea de 20 minutos; por esa razón, se recomienda que en ese tiempo se busque una actividad de distracción en la que la mascota desarrolle una actividad física para desestresarse. Así mismo, es importante que los amos mantengan una rutina de aseo, trabajo y ocio establecida; con esto, el animal comenzará a adaptarse a su nuevo entorno.

Adiestramiento: compartir más tiempo con las mascotas puede ser un factor favorable para comenzar a adiestrarlos. En este punto, es importante educar a la mascota sobre el amor, además de tener paciencia para impartir una misma instrucción repetitivamente hasta lograr que la cumpla. La persistencia será la clave del éxito; además, se recomiendan premios o recompensas para el animalito cuando cumpla las órdenes (un bocado o un juguete pueden ser funcionales). Es muy favorable que el espacio donde se desarrolle la actividad tenga poco ruido y sea tranquilo, para captar su atención.

Limpieza: los protocolos de limpieza son indispensables para preservar una higiene familiar. Al regresar a casa, después de la salida diaria, las patas de los perritos o gaticos deben limpiarse con un trapo húmedo, agua y jabón; no se recomienda el alcohol, ya que este puede causarles resequedad en la piel. Además, cepillar varias veces al día a la mascota resulta clave para conservar su pelaje brillante y suave.

Juegos: durante el aislamiento social, también son válidas las actividades interactivas con las mascotas en casa. Para esto, Francisco explica que pueden “Organizarse juegos con procesos olfativos o cognitivos para exigirle a la mascota desarrollar sus instintos; encontrar objetos puede ser una actividad divertida en la familia”.

Hallar el equilibrio entre todas estas actividades permitirá que la mascota se sienta más tranquila en el hogar. Es importante entender que las actividades deben ir transformándose de manera paulatina y positiva, siempre orientadas a la integración familiar y al bienestar animal.