Reconocidos nacionalmente por su trabajo textil

Indígenas Wayuu: empresas familiares con motivaciones ancestrales

Los Wayuu representan el 20.5 % de la población indígena nacional, según el Ministerio del Interior. Este grupo étnico se caracteriza por los asentamientos basados en las rancherías, habitados por familias extensas y conformados por grupos de residencia en la zona norte de la península de La Guajira y en el estado de Zulia (Venezuela).

Además de basar su economía en la cría y el pastoreo de ganado caprino, y en el cultivo en huertas, los Wayuu son reconocidos nacionalmente por su trabajo textil, pues para ellos es como un arte que les permite expresar cómo conciben la vida. Tejen en telar de horqueta, formando figuras geométricas, que, entre más complejas, tienen mayor valor. El resultado: hamacas, chinchorros y mochilas, los cuales terminan por permitirles leer el espíritu que guía cada una de sus acciones y pensamientos.

A partir del trabajo desarrollado en el proyecto Diversidad y dinámicas en equipos globales, coordinado por la profesora Anne Marie Zwerg, directora de la Maestría en Gerencia Internacional de la Escuela Internacional de Ciencias Económicas y Administrativas, se derivó la publicación del artículo Family, community, and globalization: Wayuu indigenous entrepeneurs as n-Culturals en la revista Cross Cultural & Strategic Management, el cual especifica que los indígenas de la comunidad Wayuu son más multiculturales que aquellos ciudadanos que no pertenecen a una etnia indígena.

Sus actividades económicas, más allá de ser una fuente de recursos, representan una práctica cultural ancestral, dada a las personas. 

Los Wayuu se identifican como indígenas, tienen nacionalidad colombiana, transitan con frecuencia entre el territorio nacional y el venezolano, participan en el mercado global para sus ofertas empresariales, tienden a subdividirse en clanes matriarcales con distintos linajes, manteniéndose bajo el precepto de comunidad, de familia. De ahí, la entrega e importancia de sus actividades culturales y económicas, que terminan por constituir empresas indígenas típicamente familiares. Por ello, son n-culturales.

Sus actividades económicas, más allá de ser una fuente de recursos, representan una práctica cultural ancestral, dada a las personas. La presunción es que cada “entidad” (familia) cuide de los otros miembros, sin importar si hay reciprocidad. Esto, agrega una expectativa de creación de bienestar comunal, beneficios sociales y sostenibilidad tribal-cultural.

Así, grosso modo, la siguientes son algunas de las conclusiones de esta investigación:

1. La familia es la razón de existir de las empresas indígenas.

2. Las dinámicas familiares influyen en los procesos administrativos.

3. Las decisiones de negocio se basan más en factores familiares que de mercado.

4. Los recursos terminan por fluir entre familia y empresa, en ambos sentidos.