Un reto que enfrentamos como país

Explíquenos, por favor, ¿a qué nos estamos enfrentando?

Estamos enfrentándonos a un virus que se transmite por las gotas de saliva, por medio de la tos o estornudos. El virus llega al tracto respiratorio superior, infecta las células y en cada célula se multiplica por millones, antes de morir. Esto hace que, en promedio, cada paciente contagiado puede llegar a infectar entre 1.6 y 2.4 personas. Si avanza, produce una neumonía viral que afecta, en algunos casos, la capacidad respiratoria del paciente. Su período de incubación es entre 4 y 11 días, lo que hace que dure subclínico varios días y la persona, sin saberlo, infecte a otras.

Se ha demostrado que tiene una mayor mortalidad en pacientes por encima de 70 años, 3 a 4 veces mayor al promedio. Las personas con cáncer, hipertensión y patología cardiovascular, también tienen mayor riesgo de mortalidad, con una tasa que puede fluctuar entre el 2 % y el 5 %.

No tiene vacuna específica y el tratamiento se ha enfocado en algunos medicamentos que parece que disminuyen la intensidad de la enfermedad. En los casos de complicación respiratoria, se requiere soporte ventilatorio mecánico y el paciente debe ser llevado a la unidad de cuidado intensivo.

¿Qué significa que los hayan nombrado centro centinela de Cundinamarca?

La Secretaría de Salud busca fortalecer la red de atención del departamento y, alrededor de la red pública, elige instituciones privadas que puedan colaborar con la atención integral de la pandemia. Esperamos poder aportar en términos de infraestructura y en el recurso humano, que es lo más valioso que tenemos.

¿Qué están haciendo en la Clínica Universidad de La Sabana para enfrentar el COVID-19?

Llevamos tres semanas preparándonos en diferentes áreas: en la parte científica, buscando la mejor evidencia en guías de manejo, protocolos de bioseguridad acordes con pautas internacionales, normatividad, adecuación de la infraestructura, logística en insumos hospitalarios, medicamentos, formación de personas, etc.

Además, la Clínica, como institución acreditada a nivel nacional, cuenta con todo el recurso humano idóneo para enfrentar el COVID-19. Tenemos ventilación mecánica, monitorización acorde con nuestra capacidad instalada, un soporte de imágenes diagnósticas y laboratorio clínico adecuado para el diagnóstico oportuno.

 

“ Esperamos dar lo mejor de cada uno y continuar viviendo con orgullo nuestro manifiesto de marca Cuidaremos de ti. ”

¿De qué manera están capacitando a los profesionales de la salud en lo que respecta a COVID-19?

La capacitación es quizás lo más importante. Se ha desplegado en un trabajo conjunto de epidemiología y seguridad y salud en el trabajo, el cual forma a pequeños grupos; estamos enviando documentos y protocolos vía electrónica. Esta semana empezaremos a transmitir mensajes por nuestro canal de YouTube, para ir reforzando la información que queremos compartir. A la fecha, ya se han formado 730 personas.

Como director de la Clínica, ¿cuál cree que es el mayor reto en estos tiempos?

Es una prueba compleja que plantea un equilibrio entre la operación del hospital en momentos de alta criticidad y la atención de pacientes, que permita los mejores desenlaces posibles, pero priorizando la seguridad de nuestras personas. La capacidad de contagio del coronavirus hace que las medidas sean exigentes y que los protocolos permitan garantizar control en esas atenciones. Se requiere una capacidad de concentración de lo inmediato, de lo estratégico y de lo importante. Son muchas variables que hay que manejar. Esperamos dar lo mejor de cada uno y continuar viviendo con orgullo nuestro manifiesto de marca “Cuidaremos de ti”.

Para las personas que aún no toman en serio este tema, cuéntenos en qué momento sí deberían ir al médico por urgencias o quedarse en casa.

Es importante entender que ningún sistema sanitario del mundo está preparado para atender los volúmenes de pacientes que genera esta enfermedad infecciosa. La relación entre el paciente infectado, enfermo y recuperado es muy desigual a favor del crecimiento de los enfermos, frente a los que logran recuperarse.

Cualquier persona que haya estado en países donde ya esté la pandemia determinada, debe estar en un aislamiento voluntario y ante cualquier síntoma respiratorio, llamar a las líneas de sus aseguradoras para recibir atención. Si el paciente estuvo en contacto con alguien de estos países, también debe estar alerta. Finalmente, el paciente que inicie con tos seca, fiebre y malestar general, debe dar aviso y buscar atención médica.

La importancia de la actual cuarentena es minimizar el impacto en la población y lograr que la enfermedad se prolongue en el tiempo de manera gradual y más controlada. Así, el sistema de salud podrá enfrentar sus consecuencias. Entendiendo lo anterior, es un acto de responsabilidad cuidarse y cuidar a los demás, en términos de alejamiento social, lavado de manos, consulta precoz con síntomas respiratorios y aviso oportuno de las poblaciones en riesgo. De esta manera, las vidas perdidas serán menos y los enfermos se podrán recuperar satisfactoriamente.