En muchos ámbitos de la vida, y en ciertas circunstancias, el sentir que las cosas no salen como se espera o como se tenían pensadas puede evocar respuestas emocionales: decepción o ira, las cuales, juntas, se relacionan con la frustración.

Así, la frustración no es más que la imposibilidad de satisfacer un deseo o alcanzar una meta. Por lo tanto, manejarla puede parecer un asunto que resulta sencillo y que está relacionado más con causas externas, porque siempre parece que no logramos lo que queremos por los aspectos del entorno. Sin embargo, olvidamos que, en realidad, esta es propia de cada uno.

En Colombia, 2.406.000  personas se encontraban empleadas durante el año 2018, de acuerdo con el informe del Departamento Nacional de Estadística (DANE) del respectivo año. Gustavo Gómez, director de la Maestría en Gerencia y Desarrollo de Personas y experto en psicología positiva, piensa que, posiblemente, de este porcentaje, la mayoría en algún punto sintió frustración en el trabajo por no cumplir con las “expectativas”, teniendo en cuenta que es un sentimiento común de la persona. No obstante, la gran pregunta es la siguiente:

¿Cómo la manejo para no quedarme estancado en ella?

Como empleado, es posible que sientas que no todo siempre sale como tú esperas, ya sea por cambios organizacionales o porque tu jefe no es como quisieras que fuera. Para manejar la frustración, la primera clave es entender que la motivación con la que realizas tus tareas debe venir de ti mismo y no de un externo, porque, si solo se espera del entorno, no llegará en ningún momento una satisfacción: así, una y otra vez te sentirás frustrado. Como recomendación, Gustavo Gómez comparte algunas sugerencias útiles para manejar la frustración, las cuales podrán ayudarte a conseguir tus objetivos:

1. Establece una meta clara y alcanzable. Debes tener presente que todo lo que realices centrado en una necesidad, tanto física, biológica, relacional o comportamental e, incluso, económica, te desenfocará para que identifiques el para qué de tu meta. Esto te llevará a no tener una “enriquecida” motivación.

2. El para qué quieres llegar a esa meta garantizará que entiendas las diferentes circunstancias y, por lo mismo, te adaptes a ellas. Aquí deberás cumplir los siguientes requerimientos:

  • Autonomía para cumplir con tus propósitos.
  • Autorregulación para entender los obstáculos y seguir, comprendiendo el porqué de ciertas situaciones o asuntos que no salen como esperabas. Además, mantén la autorregulación emocional y el foco emotivo, para superar las circunstancias y no quedarte en ellas.
  • Autoeficacia, es decir, la credibilidad en la propia capacidad para lograr los resultados pretendidos.

3. En ocasiones, parece que no se cuenta con las herramientas para lograr dicha finalidad. Así, es importante la capacidad de autoevaluación para comprender, de acuerdo con tus posibilidades, cómo lograr el objetivo propuesto. De allí que debas establecer metas alcanzables. Es común que como empleados, emprendedores o jefes se viva en una constante evaluación y se identifiquen las fallas. Con base en esto, reconoce cómo desarrollarás esa capacidad, competencia, talento o habilidad, bien sea en ti o en tu equipo de trabajo, para alcanzar los siguientes propósitos.

4. Recuerda que la motivación proviene de ti mismo, es decir, de que determines esa meta o propósito, conozcas tus competencias o recursos, y analices tu capacidad para lograr tus objetivos.

5. Finalmente, la frustración no es culpa de nadie. Está en ti mismo afrontar las situaciones cotidianas y tomarlas como nuevas experiencias. Sé consciente de cómo afrontar los retos que te imponen y busca el para qué en cada uno de ellos.

Como jefe, ¿cómo manejo la frustración de mi equipo?

Mantén un diálogo abierto con tus empleados, así ellos tendrán la confianza de hablar contigo cuando consideren que no van a alcanzar sus metas.

Enséñale a tu equipo a cultivar la resiliencia. Demuéstrale la importancia de superar los obstáculos y ver oportunidades en los errores.

Reconoce las habilidades de cada persona del equipo y enfoca el trabajo que realizan en torno a esa capacidad. Esto facilitará el cumplimiento de los propósitos.