El lóbulo frontal:  un regalo de la naturaleza para los seres humanos

Muchos aspectos distinguen a los humanos de los animales. Físicamente, las diferencias son notables y, por lo tanto, se entiende que internamente también. ¿Alguna vez te has preguntado qué zonas, por ejemplo, del cerebro, son únicas en el ser humano y qué significa esto? El profesor Javier Herrera, de la Facultad de Filosofía y Ciencias Humanas, explica qué es lóbulo frontal y por qué tener un cuidado de esta zona tiene una incidencia en cómo pensamos y sentimos.

“Esta zona del cerebro ubicada en su parte anterior, se desarrolló más en el humano que en otros en otros seres vivos” expone el profesor. Por ejemplo, en mamíferos como el gato, la superficie del lóbulo frontal con respecto al cerebro es del 3,5%; el 7% en el perro; 8,5% en el lémur y el 17% en el chimpancé. ¿Y qué espacio ocupa en nuestro cerebro?, el 29%.

“La importancia de esta zona radica en que en ella se genera el pensamiento racional” afirma Herrera, “y a su vez tiene influencia emocional por las conexiones existentes con el sistema límbico” añade.

En España y Chile algunos investigadores avalan esta afirmación, dadas las conclusiones que arrojó la investigación relacionada al reconocido caso de Phineas Gage (1823-1861), un trabajador de los ferrocarriles en Estados Unidos. El señor Gage sufrió un accidente de trabajo en el que una barra de hierro le golpeó el cráneo. El golpe rompió su cabeza y afectó de manera contundente el lóbulo frontal.  Una vez recuperado, Gage, aunque se destacaba por ser puntual, organizado y cortés, no volvió a ser el mismo, incluso, fue despedido por las constantes riñas con sus compañeros o porque sin justa causa abandonaba sus labores.

Por esta razón, se ha determinado que una lesión en el área frontal de la cabeza puede alterar la función reguladora. Esto quiere decir que, con un golpe, por ejemplo, la persona puede perder la capacidad de controlar u orientar sus movimientos y comportamientos.

“En efecto, muchos comportamientos antisociales y agresivos se han tratado de justificar mediante el estudio de esta zona”, explica el profesor. De igual manera, existen investigaciones sobre el efecto que causan algunas drogas y el alcohol en el lóbulo frontal. “Pero, lo que sí debe quedar claro es la importancia de cuidar esta zona, puesto que es una marca biológica que tenemos y es la que permite orientar nuestros pensamientos, emociones, movimientos y la que nos da la oportunidad de humanizarnos”, concluye el experto.

Tres formas para cuidar tu cerebro que recomienda el experto:

  1. Evitar los golpes y caídas que puedan afectar esa parte del cerebro. De ahí la importancia de tomar las medidas de seguridad en casa, oficina y en las construcciones, o cuando se vaya a visitar una obra.

  2. Restringir, en la medida de lo posible, el consumo de alcohol y drogas. Ya que estas sustancias dañan las fibras que están en la corteza cerebral y que comunican el lóbulo frontal con el resto del cerebro. Esto impide que esta parte del cerebro le diga al resto del cuerpo cómo actuar.

  3. No estresarse. El estrés también afecta las fibras de la corteza cerebral. No someter al cerebro a esta tensión es la mejor forma de cuidarlo.

 Parte del lóbulo 

 Afectación  

 Laterales externos (como el lóbulo frontal izquierdo) 

Se alteran los movimientos, las acciones motoras complejas, los cambios de comportamiento y la capacidad del individuo para manifestar sus pensamientos en el lenguaje adecuado.

Por esto, puede pasar que, tras un golpe fuerte en la cabeza, una persona pierda el habla o su capacidad de escribir.

 Zonas medial y basal 

Por sus conexiones con el sistema límbico y las estructuras de formación reticular, las personas presentan desinhibición, cambios en los procesos afectivos sin autocontrol, tienen descargas emocionales violentas y notables cambios en el carácter.

Este es el caso del señor Gage.