Adicciones: claves para la prevención desde la familia

Alguien cercano a mí está sufriendo una adicción, ¿puedo hacer algo al respecto? La profesora del Instituto de La Familia, Aida Casadiego, conversó con Campus sobre algunos aspectos que podemos tener en cuenta para la prevención y atención de las adicciones desde la familia. “Lo primero es resaltar que ante una situación así, la prioridad es recurrir a un profesional”, explica la profesora Casadiego. Si bien el término que más usamos es adicción, es correcto hablar de dependencia, porque lo que realmente sucede en el organismo es que el cerebro se ajusta al ingreso de una sustancia o de un comportamiento que altera sus neurotransmisores, y crea una necesidad fisiológica y psicológica de consumir.

Hay tres momentos previos en la generación de esa dependencia a una sustancia, que son: el uso, el abuso y el estado de adicción. El primero es cuando se prueba la sustancia, el segundo es cuando se empieza a usar esa sustancia para generar acciones concretas, “por ejemplo, cuando el adolescente recurre al alcohol porque solamente así puede sentir que tiene el valor de hablarle a alguien”, expone la profesora. Y, finalmente, la dependencia, que es cuando ya el organismo pide el consumo de esa sustancia para su desempeño cotidiano.

Existen muchos factores de riesgo que pueden llevar a que una persona se vuelva dependiente, entre esos, aspectos como la personalidad, el entorno familiar, escolar, laboral, la presión social, patologías, aspectos genéticos, entre otros. “Sin embargo, también hay factores de protección, la familia es uno de ellos, el principal”, explica la profesora Casadiego.

¿Qué podemos hacer desde la familia?

● ¿Cómo darse cuenta de que alguien cercano está creando una adicción? “No es tan fácil al comienzo. Sin embargo, hay que estar atentos a si esa persona empieza a dedicar mucho tiempo en función de conseguir y consumir la sustancia que le genera dependencia”.

● ¿La edad es un factor de riesgo? “Sí, porque las personas son más propensas a las adicciones en la adolescencia. La recomendación es no permitir consumo de sustancias hasta los 21 años”, explica la profesora.

● No es posible estar presente en todas las situaciones de los hijos. La mejor forma de prevenir el consumo es educar, desde niños, su voluntad y su capacidad para decir no. La voluntad se trabaja desde los dos años.

● Los hijos siempre están expuestos, principalmente en los medios digitales, por eso hay que insistir en la formación y el acompañamiento.

● Es más difícil salir solo de una adicción. Por eso, es importante que hagamos un acompañamiento, formemos parte de una red de apoyo y estemos alertas a los comportamientos de las adicciones.

● Quien supera una adicción no puede volver a consumir la sustancia. Por eso, el acompañamiento no es solo en la etapa de prevención y rehabilitación, sino que debe hacerse un seguimiento constante. Es una tarea de amor para toda la vida.

Conocer a los hijos es la mejor herramienta de prevención. Si usted identifica sus debilidades, puede apoyarlo en la estimulación de las fortalezas que no le permitan recurrir a sustancias para sentirse bien.

● Los límites son importantes para prevenir. Lo que hay que saber es cómo establecerlos. Debe haber un equilibrio entre afecto y autoridad, pero siempre debe existir un exceso de amor. Es la única forma de entender que, si se corrige, es porque se ama.