Profesora Doctora Martha Isabel Cobo Ángel

Entrevista

¿Cómo se inicia su historia en la Universidad de La Sabana?

Entré a la Universidad de La Sabana en enero del 2010 como Profesora Asociada. En ese momento, yo era profesora en la Universidad de Antioquia, y el programa de Ingeniería Química de La Sabana estaba empezando. El reto era, por un lado, apoyar su desarrollo y, por otro, crear grupos de investigación y programas de posgrado que potenciaran la investigación en ingeniería química. De esa manera, mi esposo y yo decidimos mudarnos a Bogotá e iniciar este nuevo camino.

¿Cuáles han sido los logros más sobresalientes en su vida?

Soy Ingeniera Química y Doctora en Ingeniería de la Universidad de Antioquia. Tanto en pregrado como en posgrado, estuve becada, y el doctorado lo hice como becaria de la Beca de Doctorados Nacionales de Colciencias. Además, fui seleccionada como estudiante sobresaliente de posgrado y mi tesis doctoral fue Magna Cum Laude.

En 2008, terminé mi doctorado y, cuando entré a La Sabana, era una doctora joven. Sin embargo, como tenía una buena trayectoria en investigación, entré como profesora asociada estrenando el escalafón actual. Posteriormente, en el 2012, obtuve la Beca Fullbright como profesor investigador visitante, y así realicé mi postdoctorado en Columbia University, en Nueva York, bajo la asesoría de una de las personas más destacadas en el área en que yo trabajo. Mi área es la producción de hidrógeno como combustible del futuro, y quien me asesoró fue Robert Farrauto, el autor de los libros más relevantes en el tema.

Esta experiencia fue muy importante para volver a Colombia y apoyar, por un lado, la construcción de la infraestructura que se necesitaba y, por otro, la consolidación de los laboratorios y del grupo de investigación. En 2016, empezamos el proyecto de creación del Doctorado en Ingeniería. El registro calificado salió en agosto del 2018 y ya empezamos la primera cohorte. Actualmente, soy la directora de este nuevo doctorado.

¿El camino que ha recorrido hasta ser profesor titular le deja alguna enseñanza?

Cada paso ha sido de mucho aprendizaje, de buscar oportunidades de crecimiento, formar nuevos investigadores y conseguir recursos. Sin embargo, yo haría referencia a dos enseñanzas puntuales: la prudencia y la sabiduría. Ambas son un sello característico de la Universidad de La Sabana, que van de la mano con el respeto y el buen trato entre todas las personas.

¿Qué propósitos tiene para el futuro?

Continuar y fortalecer lo que hacemos. El camino es infinito y está lleno de aprendizajes. Por supuesto, uno de esos propósitos es graduar a mis primeros doctores y continuar consolidando el Doctorado en Ingeniería. Adicionalmente, seguir fortaleciendo el grupo de investigación y continuar contribuyendo a que la Universidad de La Sabana siga siendo cada vez más reconocida en el mundo por la investigación en el desarrollo sostenible.

¿Qué tan importante ha sido su familia en dichos logros?

Ellos no sólo son importantes, son la base de mi crecimiento, yo construyo a partir de ellos: mi esposo y mi familia. Ellos han sido un apoyo fundamental en toda mi carrera como investigadora.

¿Qué es lo más gratificante de ser profesor?

Son muchas cosas, pero me gustaría mencionar la autonomía. En esta profesión, uno decide y se traza su propio camino, lo cual es muy empoderador y gratificante. También es muy gratificante estar siempre rodeada de personas jóvenes y muy inteligentes. Nuestros estudiantes de posgrado son fuente inagotable de conocimiento.

¿Cuáles son los temas que le apasionan en la vida?

En temas académicos, el desarrollo sostenible, las energías renovables y la protección del ambiente. En lo personal, me gusta mucho la lectura, el conocimiento, la historia y la ciencia ficción, las causas sociales de la educación y las causas justas en política. Me gusta mucho viajar para darle contexto a lo que leo. Además, me apasionan las tertulias con mi familia sobre diversos temas.